- Una de placentas, por favor.
- ¿A la plancha?
- Sí, gracias.
- ¡Marchando!
VIDEO: Amélie :)
Hasta ahora no se me había ocurrido dedicar
un post única y exclusivamente a nuestra amiga “La Placenta”, pero todo cambió
cuando vi una placenta bastante peculiar en una de mis últimas guardias en
paritorio.
No era, ni mucho menos, una placenta cualquiera.
Y voy a dejarme de rollos y voy
directamente al grano. Una placenta normal es ESTO:
FOTO: Un bistec.
Y ESTO es lo que vi yo:
¿Véis la diferencia?
Esta última placenta tiene cosillas blancas asquerosas (puaaaaajj), que
se llaman “calcificaciones” y son duras al tacto. Alguna vez había visto
alguna pequeña calcificación aislada pero nunca tantísimo como en esta
placenta, así que no pude resistirme a hacerle una foto ^^
Estas durezas blanquecinas pueden aparecer principalmente por 2 motivos:
1: Por envejecimiento de la
placenta, sobretodo hacia la semana 41-42 de gestación.
2: Por madre fumadora
En cuanto vimos la placenta, mi matrón favorito inmediatamente le
preguntó a la madre:
- ¿Fumas?
- Sí.
- Es que eso se ve en la
placenta, no podrías engañarnos.
- ¿Ah sí?
Yo ya sabía que el tabaco afectaba perjudicialmente a la placenta, entre
otras muchas cosas, pero no me acordaba. Me pareció alucinante lo bien que se
apreciaba y lo mucho que puede incidir en el bienestar materno-fetal.
La naturaleza no deja de sorprenderme con estas cosas. Viendo estas
calcificaciones no es de extrañar que el bebé reciba menos aporte de oxígeno y
de nutrientes, retrasos de crecimiento, etc. Creo que es una de esas cosas que
las ves y no se te olvidan, que te ayudan a comprender el por qué de las cosas.
Por otro lado, no sé si tiene algo que ver o no, la madre tomaba muchos
ansiolíticos (por orden médica). No sería raro pensar que la placenta ha
actuado de “filtro” y que se ha quedado por ahí parte de la “mierdecilla” que
el feto/bebé no debería recibir.
Pero lo curioso de esta placenta no acaba
aquí, señoras… Os muestro ahora la cara fetal de una placenta normal en el que
se puede ver claramente el saco amniótico (amnios y corion) en el que ha vivido
el bebé durante nueve meses:
FOTO: Bistec con guarnición.
Y esta es la cara fetal de la placenta que os he comentado antes, la de
las calcificaciones:
FOTO: El bistec "dao la vuelta".
¿Dónde está el saco? ¿Dónde están esas dos membranas que recubren al
bebé (corion y amnios)? Pues no están. Sólo hay el cachito que sostengo yo con
mi mano izquierda. ¿Y el resto?........... Pues dentro de la mamá. No tenéis
por qué saberlo, pero si se quedan restos de placenta dentro de la matriz puede
suponer una infección puerperal grave y hemorragia abundante postparto. Así que
entenderéis la importancia de revisar SIEMPRE las placentas, comprobar que
estén íntegras.
Se lo comenté al matrón y avisamos a la gine adjunta, que le metió la
mano (aunque suene mal, pero es que es tal cual) y retiró lo que quedó dentro.
Si no hubiese podido retirarlo manualmente tendría que haber realizado un legrado
guiado por ecografía (un coñazo, vamos).
Esto de quedarse las membranas dentro sólo me ha pasado 1-2 veces en
casi un año y medio de residencia que llevo, así que por suerte es muy muy poco
frecuente.
Esta mujer llevaba analgesia epidural, así que esta revisión que tuvimos que hacer
no le dolió.
Así que después de estos dos
hechos, podemos concluir que definitivamente se trataba de una placenta rara,
rara. ¿Estarían las membranas tan chuchurrías por lo mismo que las
calcificaciones? Ni idea, pero la duda y la posibilidad quedan ahí.
***
Y como la cosa va sobre Placentas, había pensado en añadir algunas fotos
más que también me han parecido interesantes.
FOTO: Un bistec semi-rebozao.
Esta es una placenta velamentosa, una foto sacada de internet.
Desconozco si el bebé nació vivo o no, pero si lo hizo desde luego tenía un
ángel de la guarda. Como podréis ver, tiene un graaaaan vaso (una vena)
cabalgando por las membranas (Oh, qué poético). Un vaso completamente desprotegido de la
maravillosa gelatina de Wharton y que podría romperse fácilmente. En caso de
que se rompiese, el bebé se desangraría y moriría rápidamente.
Son placentas rarísimas, de las que se ven una vez en la vida o incluso
nunca (¡menos mal!). Son uno de esos pequeños milagros que si todo sale bien no
puedes explicarte cómo o por qué, pero el destino quiso que ese bebé naciese
bien. Anda que no hemos visto bebés con dos vueltas de cordón apretadísimas y
que durante el periodo de dilatación no se han quejado nada nada (teniendo en
cuenta la FCF).
Las placentas me fascinan. Os enseño ahora una placenta de un feto de
casi 14 semanas. La vi casualmente vagueando por internet y la verdad es que me
llamó la atención porque nunca lo había visto.
FOTO: Un bistec tierno, tirando a crudillo.
Ah, ¿sabías que las placentas pueden tener varias formas? Pues sí, esta
por ejemplo tiene forma de corazón J
También las hay redonditas o con
forma de pera. Al igual que la inserción del CU puede ser central, lateral o
marginal (marginal es en el borde, en la foto anterior se puede ver también).
Por último os dejo dos dibujos que me dio por hacer porque estaba muy
aburrida. Dos dibujos súper esquemáticos y mal garabateados… jajaja. Si a
alguien le sirve de ayuda “para hacerse una idea” pues genial. Y si no pues
simplemente no los miréis xD
FOTO: Y el bistec se hizo dibujo.
FOTO: Y otro.
--> Añado otra que también me resulta curiosilla [gracias Gabi por la idea!]. Es en el paritorio de mi hospital, una placenta de gemelos. Si no me equivoco, se trata de una placenta monocorial-biamnótica pero si alguien cree que me equivoco estaré encantada de corregirlo! Me la mandó mi matrón favorito por WhatsApp ^^
FOTO: Bistec, a compartir entre dos.
La placenta en sí es muy compleja y creo que cuesta de imaginar
sobretodo cuando no la has visto en persona y no has tenido el placer de
manosearla (¡frikiiii!). Pero bueno, má o menoh…
La parte teórica de embriología y placentación me resulta súper complicada y me
gustaría poder profundizar más en ello porque aunque ya he hecho el examen y lo
he aprobado (justilla, no os creáis) me veo pez todavía. Pero lo más importante
creo que ya lo tengo: la motivación. Cuando algo te gusta, poco esfuerzo te
cuesta… ¿o no? ;)
Tranquil@s, vosotr@s también podréis estudiar lo que os gusta de verdad
en unos meses, sin la necesidad de tener que estar empollando todo ese tochaco
de apuntes que ahora mismo no os resultan nada atractivos.
Por el momento creo que podemos dejarlo aquí y que por hoy ya hemos
tenido suficiente ración de placenta a la plancha de divagaciones
matroneriles.
PD: Tengo que decir que hoy a las
5 de la mañana he presenciado un nacimiento precioso, súper emotivo, en el que
me ha costado contener la emoción. Era un prematurito de 34 semanas, monísimo,
un primer hijo. El padre y la madre llorando como descosidos y yo allí con un
nudo en la garganta.
Cuando he mirado el reloj de paritorio, un sábado noche, he pensado: ESTOY
AQUÍ.
¡Que soñéis cosas bonitas esta
nocheeeeeee!
María.
5 comentarios:
"Cuando algo te gusta, poco esfuerzo te cuesta… ¿o no? ;)" Muchas gracias por su aportación! Me a echo acordar de viejos tiempos de enfermera de quirofono de una maternidad en Brasil... Muy bien explicado, me as echo emocionar con la ultima aportación del bebe prematuro, no se si es por que me encontro muy emotiva estos días, por no tener trabajo hace 1 año y 2 meses (hoy cumplidos), echo de menos esta no "campo de batalla" a las tantas de la noche y viviendo experiencias inolvidables... espero conseguir pronto esta como tú, compartir conocimientos y experiencias. GRACIAS... Y SIGUE CON SUS ENTRADAS QUE ME ENCANTA :)
Jolín Barbaraa! Muchísimas gracias a ti por ese comentario tan bonito, de verdad! Me ha emocionado. Gracias, gracias y mil gracias a ti!
Muyyy Muyy interesante!!!muchisimas gracias por compartir vuestras experiencias!!!!!
Madrugar para estudiar, leer esta entrada, motivarse para estudiar.
Una entrada, preciosa.
Te sigo, Aidiel Bu.
Tenia curiosidad por leer tu entrada de placentas y me ha encantado!
Una nueva forma de estudiar el EIR para ser matrona!:)
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