lunes, 1 de enero de 2018

64. LA AVENTURA CONTINUA

Antes de ponerme a escribir quiero felicitaros el año una vez más y daros las gracias por tanto: por seguir ahí, por cada comentario y cada me gusta, por cada mensaje… Sois la razón por la que hoy día 1 de enero de 2018 me apetezca dedicaros una nueva entrada en el Blog, que ya iba tocando. ¡Gracias sobretodo a las que os ha tocado pasar la nochevieja en el hospital!
Yo me he librado porque trabajé 25 y 26 (el 26 en Inglaterra es un día extra) y he de decir que pocas veces he empezado el año con tantísima ilusión. Este año el motivo es más especial que nunca y muchas ya sabéis el por qué ;) (Escribo “muchas” porque sois la mayoría, pero os incluyo a los chicos también).


Este Blog se empezó como una pequeña ayuda a quienes persiguen el sueño de ser matrona, pero poco a poco fue ampliando fronteras y ha acabado dedicado a todas las que por un motivo u otro os interesa todo esto de la maternidad y la matronería. No quiero que pierda la esencia pero quiero también escribir sobre lo que me apetezca en cada momento de mi vida, porque si las cosas se hacen con gusto al final se nota.

Quiero ser sincera con vosotras y hablar sin tapujos como lo he hecho siempre. Por lo que si hay alguien muy sensible o alguien que no entienda el humor sanitario, quizás este no sea el mejor Blog para vosotr@s.


Y para no perder la costumbre: ahí tenéis mi “introducción” que ha durado vida y media. ¡Vivan mis parrafadas! Ya podemos decir oficialmente que he vuelto a la carga.



64.1. ALIENITO

Así es como hemos estado llamando al ya no tan pequeñín desde que nos enteramos que ampliábamos la familia. ¿Habéis visto alguna foto de un feto de 6-7 semanas? Si la respuesta es sí entenderéis el por qué del nombre. Ahora por suerte a las 21 semanas ya es más bebé, más aspecto humano… pero al pobre se le ha quedado el nombre.
Aún no tenemos claro su nombre definitivo, pero os prometo que lo haremos oficial cuando esté decidido.

FOTO: Alienito a las 7 semanas. En la eco se intuye el embrión y el saco gestacional. 


Son tantas cosas las que os quiero contar que no sé ni por donde empezar, así que empezaré por cómo me siento ahora: feliz e ilusionada, tanto o más como el día que me enteré que estaba embarazada. Los movimientos fetales son cada vez más evidentes y es una auténtica pasada ser capaz de sentir a tu hijo dentro de ti. Siempre he oído que es algo mágico, inexplicable… pero de verdad que no se puede explicar lo especial que es (y mientras os escribía esta frase se ha movido dos veces J).

FOTO: Alienito a las 20 semanas. 

El otro día le decía a mi cuñada, que es médico: “pues con ganas de llegar a las 23, que ya se podrá resucitar”. Es una de las ventajas que tengo cuando hablo con un sanitario: que puedo ser honesta sobre lo que se me pasa por la cabeza y hablar sin filtros. Y es que si un bebé nace antes de las 22+6 (al menos es así en mi hospital) no se le resucita porque no es viable. Esto son cosas que por suerte a la mayoría de las embarazadas no se les pasa por la cabeza, pero a mí que soy matrona y convivo con ello casi a diario pues sí.

Hasta ahora está siendo “un embarazo muy matronil”. Por suerte intento que cada vez lo sea menos sobretodo ahora que ya soy capaz de notarle y eso me da mucha seguridad.
Estoy segura de que me entendéis las que habéis pasado por esto cuando digo que hasta hace poco no me sentía embarazada. Pasan varios meses hasta que te sale la barriguita y muchos más hasta que lo notas moverse. Además si a eso le sumas que te encuentras perfectamente y no notas ningún síntoma pues ya apaga y vámonos: se siente más un embarazo psicológico que otra cosa. Yo he llegado a sentir “que lo que se veía en el ecógrafo” era de otra persona. Sí, es muy raro. ¿Cómo puede haber un bebé ahí dentro que no para de moverse y crece a la velocidad de la luz si yo no noto nada?

A todo esto se le suma que en el trabajo no todo son siempre alegrías, sino que también hay casos muy tristes de los que no se habla tanto y de los que todas esas embarazadas inocentes no tienen conocimiento. Hace que te vuelvas un tanto paranoica y que te preocupes por cualquier cosa. Hace que te sientas culpable por ilusionarte demasiado y hace también que quieras ser cauta, muy cauta.


Sea como sea os digo que no cambiaría nada de este embarazo: es especial a su manera. El hecho de que yo lo haya vivido así me ha animado a intentar relajarme ahora y a ver las cosas de otra manera.
Con la familia y amigos cercanos compartimos la noticia a partir de las 12 semanas, tras la primera ecografía. Al resto a partir de las 20 semanas, también tras la ecografía.
La primera compra (y hasta ahora la única) la hicimos hace poco. Y la habitación empezaremos a hacerla a partir de las 28 semanas aprox. Pero sí, por fin nos hace ilusión hablar sobre el futuro con el chiquitín e imaginar cómo será cuando nazca, su primer verano, su primera navidad, etc.


En fin, que de momento me apetece hablaros sobre el tema y si sigue así veréis más entradas en el Blog. Ya os digo que no sé por dónde tirará la cosa, pero sí sé que continuará siendo este rollo de tú a tú que me encanta tener con mis chicas y chicos de Proyecto Matronas.


Un abrazo muy grande y que no se os olvide sonreír, aunque sea por las pequeñas cosas del día a día ;)

Se os quiere,


María y Alienito