domingo, 11 de septiembre de 2011

14. MI PRIMER PARTO NATURAL

¡Hola!

Hoy quiero compartir con vosotr@s algo que escribí el día después de una maravillosa guardia en Paritorio como Residente de matrona. Algun@s ya la habéis podido leer, a l@s demás espero que os guste tantísimo como a mí :) Ánimo, porque algún día seréis vosotr@s quien lo cuente.

                                   *                                       *                                             *

Es curioso cómo viví el primer parto que vi, cómo he vivido los siguientes y cómo he vivido este parto al que me referiré a lo largo de esta entrada.
   No lo viví más por ser ahora Residente de Matrona, ni tampoco por estar “en primera línea de fuego”, qué va… Lo viví porque era imposible no vivirlo.

   Y por raro que parezca, pensaba que todos los partos vaginales era iguales, ¡cuánto me equivocaba! Además tenía un concepto completamente diferente de lo que sería un parto natural en sí. De hecho cuando me hablaban de partos yo tendía a preguntar: “¿pero fue natural?”, cuando en realidad quería preguntar “¿pero fue vaginal?”. Ahora sé que lo que es un parto natural, y puedo decir convencida al 100% que es algo espectacular, uno de los momentos más bonitos por los que he pasado como profesional hasta ahora.

    La historia comienza así…

Jueves a las 2:00am aprox. Ingresa una mujer con dolor de parto, contracciones regulares y frecuentes, buena variabilidad fetal, 4cm dilatada, con parto anterior vía vaginal + anestesia epidural.
- Quiero la epidural, ¡la quiero ya! ¡No voy a poder soportar este dolor!
- Tranquila Marisa, ahora mismo cursamos una petición de analítica para que la anestesista pueda valorar.
- ¡Pero que sea ya mismo! ¡¡Aaaaaaaaaaah!!

   A todo esto, entre sacar sangre, preparar a la mujer, enviar los botes y esperar resultados… ¡la parturienta había progresado mucho! Estaba ya de 6cm, era increíble lo bien que dilataba esta mujer. Todo estaba yendo muy deprisa.
   Quiero destacar la labor del marido: qué bien lo hizo. Aprovecho la ocasión para plantear 2 casos reales que pude ver esa misma noche:
SALA de DILATACIÓN 4: Una mujer con dolor de parto, un marido sentado frente al monitor.
DILATACIÓN 1: Una mujer con dolor de parto, un marido animándole a empujar, ayudándole a cambiar de postura, haciéndole masajes en la zona lumbar, hablándole (...).
   No quiero irme por las ramas, pero creo importante recalcar este aspecto. No lo digo como “algo malo”, sino todo lo contrario. Lo digo porque es admirable el papel no sólo de la mujer, que por supuesto que lo es, sino de aquél acompañante (o aquella) que sabe estar ahí en cada momento, que no necesita que le digan qué hacer porque tiene iniciativa por complacer a esa persona con la que está compartiendo un momento mágico. Creo que todas las personas, sin excepción, son capaces de adoptar este papel.     
    Lo único que hay que hacer es parar el tiempo durante unos segundos, respirar y poner tu mano en su hombro mientras le dices: TÚ PUEDES, ayúdale porque lo harás mejor que nadie.
    Estoy convencida de que si éstas personas supiesen lo realmente valiosas que pueden llegar a ser en una circunstancia como un Parto, vivirían la experiencia de otro modo. ¡Animemos a esta gente para que la Protagonista de la escena sea tan feliz como ellos!

   
    Y volviendo a lo que iba:
Recuerdo que cuando vi a Marisa pensé: “qué pena, me encantaría ver su parto esta noche, pero no creo que dé tiempo antes de que venga el relevo por la mañana…”. No estaba acostumbrada a ver un proceso de dilatación tan sumamente rápido, o a mí me lo pareció. ¿Cuánto tiempo pasó? ¿4 horas? No lo sé, la verdad es que perdí la noción del tiempo, no tenía reloj ni necesitaba mirarlo: estaba en medio de algo que nunca antes había vivido.

   El bebé venía en cefálica, estaba en un II plano de Hodge la última vez que la matrona y yo le vimos. No tendríamos por qué llevarla ya a paritorio, pero es que esta mujer lo estaba haciendo tan bien…
- ¡Quiero la epidural!.- seguía gritando Marisa.
- Pero Marisa, ¿no ves cómo estás? Estás a punto de dar a luz, ¡ya no da ni tiempo a ponerla, no te haría el efecto que buscamos! Estás haciéndolo taaan bien…

   Y hablando de “paritorio”… Me encantó que se le preguntara a la mujer su Plan de Parto: ¿en la habitación o en el paritorio? ¿en qué postura? ¿le daría leche materna? (…). Todo fue decisión de la madre, consciente de lo que estaba pasando en todo momento.
   Fuimos a paritorio, luz ténue, sólo la Mamá, el Papá, la Matrona, yo y de vez en cuando la auxiliar. Las puertas de paritorio cerradas (aunque cueste de creer, muchas veces esto no sucede… ¡increíble pero cierto!).
   Le pusimos un espejo enorme de pie justo enfrente. Estaba en el potro pero con una barra que pusimos especialmente para que se pudiese coger, con las piernas como ella lo vio conveniente (no en las dichosas perneras), etc. El ambiente en sí era perfecto para parir. Por primera vez pude autorresponderme a la pregunta que siempre me hago: “¿pariría yo así?”, y la respuesta fue “sí”. No porque lo creyese mi parto ideal, que no lo sabré hasta que no llegue el momento, pero sí por lo acogedor y tranquilo que fue.

   En un principio era reticente a verse en el espejo, pero en cuanto vio que sus pujos eran eficaces, producían un cambio en la cabecita del bebé, tímidamente quiso seguir mirando porque le servía de motivación. Era absolutamente increíble el dolor por el que estaba pasando, pero sin embargo era capaz de desgarrarse a sí misma con tal de que su bebé naciese. ¿Habéis leído bien? Volvedlo a leer: era capaz de desgarrarse a sí misma con tal de que su bebé naciese. Es algo que puede pasar por alto pero debemos insistir en recordar en todo momento: que esta mujer es consciente de cada movimiento, de cada pequeño desgarro –o no tan pequeño-, de cada pujo, de cada contracción, de cada (…). ES AQUÍ DONDE COBRA IMPORTANCIA EL PARTO NATURAL.

   Porque aunque siempre hay que empatizar con la mujer, nunca lo vivirás tanto como cuando no tiene anestesia: esto es así y quien diga lo contrario… ¡se equivoca! J
   Conectas con la mujer, la acompañas en el dolor y a veces te limitas a mirar. Me gustaría que supieseis de verdad cuánto cuesta no hacer nada. Sí, no hacer nada. No es fácil explicarlo, pero es que cuando estás allí “lo que más te apetece es hacer algo”, ya sea tocar el periné, meter el dedo, lo que sea. Es como que “si no haces nada” no eres buena profesional o tu trabajo no sirve para tanto; ¿entendéis lo que quiero decir?. Quedarse al lado de una mujer es más difícil que hacerle un tacto: y esto es así.

  
   Como os decía unas líneas más arriba, el bebé sólo estaba en un II plano de Hodge cuando fuimos a paritorio, pero Marisa sabía qué tenía que hacer, cuándo y cómo. No hacía falta que nadie le dijese nada, porque era dueña de su cuerpo.
   No sé cómo serán mis partos cuando llegue el día, pero lo que sí sé es que esta mujer me explicó sin palabras por qué somos mujeres y de qué pasta estamos hechas.

- ¿Por qué no sale? ¿Por qué no me lo sacáis?
- Marisa, lo estás haciendo todo tú. ¿No ves lo bien que lo haces? No te creas que esto es lo normal, no todas las mujeres paren tan bien como tú. Fenomenal Marisa, fenomenal.
- ¿Qué quieres, cariño, que te lo saquen tirando de una oreja?.- Dijo el marido sonriendo.
- ¡Sí, que me lo saquen ya!
- Marisa, el bebé tiene que tomarse su tiempo para nacer. Tiene que pasar por un canal estrecho e ir haciendo diferentes movimientos. Todo está yendo como tiene que ir.
- Me juego lo que quieras a que cuando le tengas encima se te olvida todo.- Le dije yo mirándole a los ojos.

   Y del II plano pasó muy rápidamente por los otros 2 siguientes.
- Papá ven, mira la cabecita de tu niño.
- ¿De qué color tiene el pelo?
- ¿Cómo crees que lo va a tener, pelirrojo o qué?
Todos sonríen.

   La matrona está a mi lado en todo momento. Cuando el periné empieza a abombar, la matrona entra un poco en acción. De lo que se trata es que la cabecita no salga demasiado disparada, para evitar desgarros en el canal del parto. Pero a veces no todo sale como en la teoría, ya lo sabéis, y aunque se intente “frenar” la salida de la cabeza, la mujer se rasga por dentro.
- Ya se ha rasgado, lo estoy viendo.- Me dijo la matrona en voz baja cuando sólo había salido la cabeza. Supongo que vio algún hilillo de sangre que le hizo pensar en el desgarro. Os recuerdo que todavía no había nacido el bebé, por lo que no es tan fácil ver si hay desgarro o no y qué grado hay.
   Mientras tanto Marisa sigue empujando como una jabata: qué valiente es esta mujer y qué orgullosa me sentía yo de verla.

   Hicimos un parto a 4 manos que pasó a 6 en un momento determinado: ahora os contaré por qué ;)
   Protegíamos el periné. Cogíamos la cabeza poniendo las manos en cada parietal a la vez que cogíamos ligeramente el cuello. Primero un hombro, hacia abajo, después el otro hombro, hacia arriba.
   Medio cuerpecito fuera.
- ¡Cógele Marisa! ¡Coge a tu hijo!
- No, que se me va a resbalar. ¡No puedo!
- Deja que le saque ella María.- Me decía la matrona.

Y pasamos de estar “en primer plano” a pasar a un plano de acompañamiento, sólo para asegurarnos que realmente el bebé no se le escurría entre las manos. Fue la madre quien terminó de sacarlo y se lo puso enseguida sobre su vientre desnudo.

   Estaba calentito y pringoso, resbaladizo. Un color sonrosado precioso. Una madre emocionada abrazando a su hijo, un padre besándole y acariciándole. Unas matronas –perdón, una matrona y un cuarto de otra ;)- satisfechas.

   No pude verle la carita en condiciones hasta que pasó un buen rato, aunque lo estaba deseando. La expulsión del bebé es sólo un paso más, pero después queda una cascada de acciones a realizar. La placenta, si se desprende o no. El cordón si deja de latir o no. El desgarro. El cérvix que quiere asomar a vagina. Los cotiledones y membrana, que no sangre la placenta. El Ph. A coser.

   Coser lleva su tiempo. Si el desgarro es importante hay que suturar por capas. En este caso creo que no llegó a músculo. Fue un desgarro por varias partes, bordes bastante irregulares –por no decir muy irregulares. Todo un hito a suturar: no era fácil desde luego. Las carúnculas que coincidan. Tacto rectal, que no hayan “cuerdas de guitarra” (que no hayas traspasado intestino accidentalmente mientras coses).


   Y aquí vuelve a entrar en acción la importancia del parto natural en sí. Sí, la mujer se había desgarrado considerablemente. Sí, estábamos cosiendo. Y Marisa con Héctor en su vientre, ambos sonriendo. ¿Os dais cuenta de lo que estoy diciendo? Marisa estaba sonriendo mientras cosíamos y emocionada mientras se rompía. Siento recalcarlo tanto, pero es que me parece Admirable.

  
- Su hermanito de 4 años hace poco se enfadó porque justo cuando fue a tocarme la barriguita Héctor le dio una patada. “Pero castígale, que me ha dado una patada”, me decía mi hijo.
- Pues seguro que cuando le vea le va a caer la baba tanto como a vosotros.
- Por cierto, ¿por qué no llora?
Nosotras seguíamos “a lo nuestro”, cosiendo, pero a la vez manteniendo una conversación con los padres cuando se podía –creedme, coser da para mucho.
- ¿Qué por qué no llora? Espera a que te lo quiten de encima y verás…- Le dije yo a Marisa con media sonrisa. Ella no dijo nada.

   Y efectivamente. Después de un buen rato cogimos a Héctor –más bien fue la auxiliar- y empezó a llorar.
- ¿Qué te había dicho?
Los bebés no son tontos –aunque a veces nos empeñemos en creer que sí- y sabe perfectamente por qué no llora. ¿Acaso tú llorarías arropadito entre los brazos de tu madre? ¿Esa madre capaz de hacer cualquier cosa a cambio de tu bienestar? Yo desde luego que NO.


 FOTO: Parto domiciliario, presentación de nalgas. La comparto simplemente porque la vi por la web y me encantó la foto en sí, independientemente de lo que crea sobre partos en casa. Disfrutadla ;)
  

   Mañana vuelvo a tener guardia, pero esta vez de día. Estoy deseando que llegue el momento de poder subir a planta de puérperas para asomarme a ver a esta familia.
Porque sólo puedo decir 2 cosas para concluir esta entrada:

1) Cuánto admiro a las mujeres
2) Qué agradecido es este trabajo y qué suerte tengo de haber puesto el primer pie en él.


¡ÁNIMO Y A POR TODAS!


María.


(17 de junio de 2011)


martes, 6 de septiembre de 2011

13. DE NUEVO A LA CARGA

   
   Esta no será, ni mucho menos, una entrada de disculpa pero sí me gustaría publicar “una pequeña intro post abandono”… jeje. Como ya sabéis, escribo aquí porque quiero y no porque sea una obligación. Disfruto compartiendo mis experiencias y sobretodo viendo que os gusta y os sirve para algo. He ido dejando la entrada día tras día. La tenía comenzada y no veía el momento de continuar. Al final no sé ni cómo ha quedado, porque ha sido el resultado de varios días escribiendo… En fin, así se quedará a no ser que vea que metí mucho la pata en algo.

   He querido ilustraros la entrada al máximo, creo que así se hace más amena y quizás os llegue más. Con las fotos de la sala de elección de plazas creo que se os pondrán los pelos de punta… a mí me pasa sólo recordándolo ;)

  
   Quiero aprovechar la ocasión para comentaros que vengo de nuevo a la carga. A mis compañeras bloggeras decirles que no he dejado de seguiros en ningún momento, GRACIAS por seguir al pie del cañón porque realmente me habéis emocionado con cada palabra. NO dejéis de escribir porque me encanta leeros, ¡de verdad!

   Al resto también daros las Gracias por cada “¿Pero qué haces que no escribes?”, “¿A qué esperas?”, “Pero vas a seguir con el Blog… ¿verdad?”. Si no he publicado antes la entrada no ha sido por falta de ganas, pero ya sabéis que a veces pasan estas cosas…

  
    Vuelvo con las pilas cargadas y mucho que contar. Puede que la próxima publicación sea sobre las rotaciones, no lo sé. A grosso modo puedo deciros que esta experiencia es única e irrepetible y que estoy intentando disfrutar cada segundo. Que acabo de empezar y ya me preocupa el acabar… ¡porque me da pena! : )
   Pero todavía quedan 2 intensos años de Residencia por delante –cobrando poco más de 800€ al mes, por cierto- y nos iremos viendo por aquí si vosotros queréis.


    A mis PROYECTITOS decirles que sé que están poniendo mucho empeño en ello y sé que algun@s seréis grandes MATRONAZAS. Ya sabéis quienes sois y no hace falta poner nombres por aquí. Sigo manteniéndome firme en lo de que lo Imprescindible para sacarse el EIR son sólo 3 cosas: Esfuerzo, Constancia e Ilusión.


    No dejéis de luchar por VUESTRO SUEÑO. No soy el único ejemplo de que esto es posible… pensad en toda esa gente que conocéis y que está haciendo la Resi. Convenceros de que no sois menos que nadie, y que si yo puedo tú también. ¡Adelante!


Para terminar os dejo una fotito que creo que os hará ilusión.
FOTO: Una puérpera con su bebé y yo al día siguiente de atender su parto.


María.

12. EL DÍA DE LA ELECCIÓN DE PLAZAS + LOS DÍAS QUE LE SIGUEN

     Podría titular esta entrada con algo mucho más poético, algo así como “El día que te cambia la vida”, pero he querido titularlo así para facilitar la lectura a los taaan interesados en esta entrada. Han sido muchos los comentarios tipo “nos contarás todo sobre ese día, ¿verdad” ó “¿harás una crónica o algo así o qué?. Así que va POR VOSOTR@S –bueno, como siempre la verdad… ;) -. A mí me hace ilusión escribirlo, pero más me hace que podáis emocionaros leyéndolo.

   Me hubiese gustado hacer algo así como hice con la noche “pre-voyasaberquénúmerotengo”, pero cuando os toque a vosotr@s sabréis por qué no lo he hecho antes. Como adelanto puedo deciros que los días post-elección de plaza son un auténtico CAOS. Aunque mejor vamos por partes y empezamos por donde toca ;)

12. 1. EL DÍA DE LA ELECCIÓN DE PLAZAS (Madrid, Jueves 31 de MARZO de 2011 a las 15:00h):
 
   Para relatar este día hay que ponerse en situación, por lo que comenzamos por…

* LUNES 28 DE MARZO:

    Mi novio cree que voy a ir a verle el 29 –aunque se huele que voy antes- y voy a darle una sorpresa. Llevamos una relación a distancia y la verdad que es que es bastante complicado hacer sorpresillas porque como hay que controlar días y horarios pues es un poco lío.
   El tío lo sospecha, porque esta vez no le mandé el PDF con el billete de Renfe, cosa que siempre hago después de realizar la compra.  En fin, a lo que íbamos:
Llego sobre las 19.30h a la estación de tren de la ciudad X y allí me está esperando su hermana. Me dice: “tranquila, no está en casa así que tendrás tiempo para prepararle la Sorpresa”. Compro un bizcocho de chocolate y yo llevo 3 velitas en el bolso à un 6, un 9 y una velita de esas de palito… ¿por qué? Porque me equivoqué e intenté hacer “el apaño”. Cumplimos 6 años y 10 meses, pero como lo compré con mucha antelación pues me lié… ¡Qué le vamos a hacer!

   Así que ahí vamos “mi apaño casero” y yo. Entramos en casa, no hay nadie (bueno sí, su otro hermano). Yo estoy nerviosilla, tengo ganas de verle. A todo esto cabe decir que mi Querido Novio había estado llamándome todo el día… ¡el muy ca…! Estaba controlando a ver dónde estaba y dejaba de estar, a ver si me pillaba o no. Con deciros que tuve que pedirle a un friend informático que me modificase la fecha del PDF del billete de tren para poder mandárselo…!

   Pasa una hora, pasa otra, y otra. Y yo sin llamarle porque quería que al llegar a casa me viese allí. ¿Sabéis a qué hora llegó? A LAS 22.40h DE LA NOCHE!!! Y lo mejor es que me dijo: “lo sabía”. ¿Cómo que lo sabías? ¿Entonces para qué vienes a estas horas? J  Así que bueno, la sorpresa salió un poco así así, pero lo que cuenta es la intención –o eso dicen-.

* DÍAS 29 Y 30 DE MARZO:
  
   El día “antes de”… ¡Qué nervios! No sé cuántas valerianas llevo ya en el cuerpo, pero mi novio también suma unas tantas. Mi listado de preferencias ¡todavía no está terminado! Así que ala, a ultimar los detalles que me quedaban y a ordenar los últimos hospitales.
   Estoy bastante insoportable, o eso creo.

Ahora sí que sí: CADA VEZ FALTA MENOS y aún no me lo creo. Estoy como en una nube pero sin llegar a ser del todo consciente de lo que me viene encima.

   Los nervios se contagian y la tensión flota en el aire. Mis padres, desde la distancia, me llaman a menudo para saber cómo va el asunto. Y una casa farmacéutica forrándose con mi consumo friki de Valeriana officinalis.

   MAÑANA SERÁ UN GRAN DÍA.


* ¡¡LEGÓ EL DÍA!! JUEVES 31 DE MARZO DE 2011:

   Bueno, sobra decir el estado anímico.

Salimos de casa a las 9.30h y hacemos una parada de camino a Madrid. Nos quedamos durante 1h y poco en un pueblo que nos quedaba de camino y miramos desde allí el acto de asignación de plazas On-line (a través de la web del Ministerio).

   11.20h: de nuevo camino “a la Capi”. Y cuando por fin pisamos suelo madrileño… ¡¡a penas hay sitio para aparcar!! Pero ya contábamos con ello, vamos con tiempo suficiente y no hay por qué agobiarse.
   Estamos en la cola del Parking. Va pasando el rato y cada vez un poco más intranquilos.
- ¿Se podrá ver desde el i touch?
- Prueba a ver.
- Ayyy ¡que no sé cómo va esto!
- Deja, que yo lo hago. Mira, ya lo puedes ver.
- Vale.

   Y los que pasan a nuestro lado deben de pensar: “¿qué cojones hace esta?”. Una chica nerviosa, casi fuera de sí, con un montón de papeles encima, uno o dos bolis, un aparatito con Internet wi-fi (…) en el coche y gritando de vez en cuando: “¡BIEN!” o “¡JOLÍN…….!”.

    A algunas de mis compis de viaje pude verlas “en directo” Y NO PUEDO DESCRIBIR CON PALABRAS la sensación de alegría plena que sientes al ver nombre y apellidos y el destino deseado que por fin ha podido escoger.
   Son momentos MUY intensos en los que la piel de gallina es poco. De hecho te entran ganas de llorar, aunque les conozcas poco.

   13.00h: Por fin DELANTE DEL MINISTERIO de Sanidad. ¡ESE MINISTERIO! No es un sueño, ¡estoy aquí!

Es una sensación indescriptible. Supongo que los madrileños estarán acostumbrados a verlo, pero a los que somos de fuera creo que nos impacta más. Es un edificio imponente. Tiene una gran escalinata en la puerta principal, pero más tarde descubro que no es por ahí por donde voy a entrar…

He quedado con varias compañeras de PROYECTO MATRONAS para comer. ¡Por fin voy a conocerles en persona después de tantos ratos “juntas”! Hoy todo son nervios, emoción, ilusión, nervios… ¡un cúmulo de sensaciones como pocas veces he sentido!
   M. está en el VIPS con sus padres. Está guardando sitio para las que vamos llegando :) Cuando os toque a vosotras ya veréis que el VIPS está cerca del Ministerio, por lo que es un buen sitio para quedar. Yo llego sola porque mi novio todavía está en la cola del parking (al final he optado por bajarme del coche e ir yo sola para allá para ir con tiempo suficiente). Y ahí está M…
- ¡Holaaaa!
- Jolín, ¡no me lo puedo creer!
- ¿Qué tal? ¿Has podido dormir algo o qué?
- Uff, ¡casi nada!

   Ambas llevamos nuestra estrellita amarilla en la camiseta, con el lacito azul por Proyecto Matronas y la estrella amarilla por el foro de Comadronas (http://foro.comadronas.org/). Poco a poco van llegando los demás. Nos sentamos y nos quedamos mirando la carta:
- ¿Pero en serio vais a comer algo? Porque yo creo que me es imposible…
- Ya, estamos todas igual…
- Bueno, pues un sandwinch y vamos sobradas.
- Vale.


                                          FOTO: M., yo, S., amiga de S., mi novio, R. y madre de M.


   La mesa está llena de papeles subrayados, con anotaciones, bolis, subrayadores… Entre eso y lo histéricas que estamos creo que estamos montando un poco de show… :)
La hora se acerca y llega el momento de dirigirnos hacia el Ministerio. Durante la comida hemos intentado ir tachando todas las plazas que se han ido cogiendo en el turno de la mañana.

   Y ahí estamos, con todo el mogollón. Es difícil de creer, pero dentro de poco estaremos dentro.
Como decía antes, no entraremos por la puerta principal sino por una lateral que pasa casi desapercibida. Resulta que la principal se reserva para ¡LA SALIDA! Una salida triunfal de la que más abajo daré detalles.

   Hay disponibles unas hojas que detallan todo lo que queda para el turno de tarde, puedes cogerlas en el Ministerio justo en la entrada principal a la derecha.
   Es hora de despedirse de los familiares y acompañantes. Empezamos a ponernos más nerviosos si cabe y vamos encontrándonos con gente con la que hemos compartido muchos ratos de estudio on-line.
   Vamos haciendo cola en esa puerta lateral. Hay mucha gente y resulta un poco agobiante, aunque nada comparado con lo que te espera cuando pasas a una especie de “hall de espera”. ¡Madre mía, qué calor hace ahí dentro!
   Vamos pasando y una vez estamos todos dentro se oye una voz de mujer:
- Hagan 2 filas: los nº de orden impares a la derecha y los pares a la izquierda. Tengan a mano su D.N.I. y hoja acreditativa con el nº de orden.

Vamos pasando uno por uno, la verdad es que la fila se mueve bastante rápido. Te ponen una pegatina amarilla y rectangular donde pone “Visitante” que te pegan en el pecho. No recuerdo bien si tuvimos que pasar por scanner o algo así.

   Un pasillo largo que no sabes bien a dónde lleva. Hay gente de seguridad que te indica el camino. Y POR FIN HAS LLEGADO: vas a entrar a la sala.
Es una sala relativamente pequeña, en forma de semicírculo y con mucha madera.
                                          FOTO: S. M. ¡Gracias por tu aportación!

En la foto que os adjunto se ve más pequeño de lo que en realidad es. Eso es sólo la parte derecha, pero más a la izquierda hay más hileras de sillas.
   Recuerdo que cuando estaba Opositando me pregunté una y mil veces cómo sería la “famosa sala”. Ahora ya podéis verla, o al menos parte de ella ;)

Vamos sentándonos más o menos por nº de orden. Llegan los procuradores (o como se llamen) y se sientan en el estrado. Todos tenemos en mano nuestros listados. Se mezcla el nerviosismo con la ilusión, unas ganas de llorar tremendas pero no sabes muy bien de qué. Contenemos la respiración, tragamos saliva.

   Los primeros 40min aprox. son para explicar la dinámica del acto. Además van genial para que te dé tiempo a organizarte y a poner todo en orden. Van llamándonos en grupos de 10 para subir al estrado y te dan tiempo suficiente para decidirte. La parte de la izquierda es por si tienes alguna duda y quieres consultar algo, y la parte de la derecha es para cuando lo tienes claro. Te pones al lado de alguien con ordenador y le dices al oído qué es lo que quieres. Lo anota en el ordenador y tú asientes con la cabeza.

   Cuando por fin te toca a ti otra persona lee en voz alta lo que has elegido. En ese momento estás tan nerviosa que lo único que quieres es darle al ENTER ya de una vez, pero hay que esperar a que acabe de leer. Y cuando por fin ha terminado… llegó el deseado momento de apretar el botoncito.
- ¡CLICK!
                                          FOTO: T. escogiendo plaza.

Te das media vuelta y sales por una puerta. Llegas a una mesa donde te dan unos papeles que tendrás que dar a tu Unidad Docente y “La Guía del Residente”, que es una especie de librito que nadie lee.
                                          FOTO: A. e I. enseñando su “Guía del Residente”.


TE HA CAMBIADO LA VIDA RADICALMENTE. Te esperan 2 años mágicos y ahora todo es incertidumbre. ¿Será verdad?
   Caminas por el pasillo hacia la salida: esta vez sí es la Principal.

Sólo tienes ganas de compartir con alguien cercano toda esa emoción. Sales, bajas las escaleras y… ¡tachaaaaaán! Todo el mundo se queda mirándote, algunos aplauden, otros hacen fotos y sobretodo muchos de ellos te preguntan: “¿qué has cogido?” para saber qué va quedando.
   Y aquí es donde entra en juego un importantísimo y útil CONSEJO:
à Si vais con acompañantes que están siguiendo on-line el acto de asignación de plazas desde algún lugar distinto a la entrada del Ministerio DECIDLES QUE NO ESPEREN A QUE FALTE POCO PARA VUESTRO NÚMERO, y mucho menos que no esperen a veros on-line PORQUE PASA MUY POCO TIEMPO DESDE QUE ELIGES HASTA QUE SALES.
        FOTO: Web del ministerio, desde se puede consultar el acto en directo y no necesitas ninguna clave, permiso especial ni programas raros.


Es decir, que si sois el nº 356, por ejemplo, y on-line están viendo que van por el nº 330 que no se esperen más. Mi experiencia personal fue bastante pésima y poco recomendable.
   Mis acompañantes se quedaron a verlo on-line desde el famoso Vips y ¿a que no sabéis qué? SE ENTERARON DE MI DESTINO ON-LINE Y CUANDO SALÍ NO HABÍA NADIE.
¡¡Lo que más deseaba en ese momento era abrazar a alguien y comunicarle personalmente mi elección!!
La verdad es que me vine abajo esperando a que apareciese alguien, no me lo podía creer.
   Pero ahora que ya os lo he dicho y si tenéis la suerte de leerlo, creo que no dejaréis que os pase ;)

   Han tardado unos 8min, los minutos más largos de mi vida. Y ahí están: me miran con cara de emoción y complicidad y les abrazo. Mi novio y mis padres. Pero eso no es todo… ¡He tenido la grandísima sorpresa de reencontrarme con una antigua compañera de piso a la que quiero muchísimo y está esperando un bebé!
   No sólo ha hecho el esfuerzo de ir, sino que además ha preparado broches caseros para mí, para novio, para el suyo y para ella. En el mío pone “SOY LA Nº 1”, y en los suyos “ENHORABUENA MARÍA”. Trae copas de cava de estas de un solo uso, una botella de cava, una bolsa con 2 regalos (un pañuelo precioso y un bolso que me encanta y una caja de bombones.
           FOTO: E. y yo en la puerta del Ministerio. Remarcado en rojo: la estrellita y los dos “broches hechos a mano por E.”

   Me espero delante del Ministerio, todavía queda por salir M… ¡Estoy deseando que me cuente qué ha escogido! Y por fin sale...

                               FOTO: I., M., madre de M. y yo : )

Y mientras tanto me pongo a charlar con mis compis. Lo más curioso es que en más de una ocasión se me ha acercado alguien preguntando: “¿Eres María, la de Proyecto Matronas? Y no sabéis la cara que se os queda… ¡El año que viene voy a firmar autógrafos! :P
      FOTO: “Ya somos Residentes”. ¿?, A., I., yo y M. luciendo orgullosas nuestras estrellitas.


Estamos un buen ratillo frente al Ministerio, después nos vamos unos cuantos “Proyectitos” y más gente a tomar algo. Mis padres se van al cabo de un rato, tienen un largo camino de vuelta a casa.
   Y la gente poco a poco se va yendo. Nos quedamos mi novio y yo, junto con mi ex-compi de piso y su novio, que se une más tarde. Me espera una cenita con ellos y una noche de monólogos… ¡qué ilusión! Es una noche de ensueño a pesar de algún que otro suceso que consiguió quitarme la sonrisa durante unos instantes y que no viene al caso mencionar aquí.

    Y un poco más tarde de vuelta a casa de mi novio, me quedo allí durante unos días. Todavía queda bastante tiempo hasta que empiece la Residencia (¡madre mía, todavía no me lo creo!) y aprovecharé estos días para disfrutar de mi niño. Me queda tanto por delante… ¡VOY A SER RESIDENTE DE MATRONA!


   Hasta aquí esta entrada. Espero que os haya gustado aunque por el tiempo que ha pasado no he podido comentarla con tanto detalle como me gustaría.

¡Os quierooooo!


María.