jueves, 26 de julio de 2018

66. MI EXPERIENCIA CON LA LACTANCIA MATERNA


[NOTA: LM = Lactancia Materna. LA = Lactancia Artificial]

Hasta ahora me he pronunciado muy poco sobre este tema o cualquier otro relacionado con mi parto, por lo que hasta que no lo leáis en este post ni siquiera sabréis si he dado el pecho o no. La respuesta es SÍ y en esta ocasión quería dejar plasmada mi experiencia, mis miedos y mis frustraciones como una de tantas madres que han pasado por ahí y no como matrona. Así que si te apetece leerme: bienvenida seas ;)

AVISO: Doy mi más sincera opinión SIN tapujos. En ningún momento pretendo dar a entender que la leche artificial es mejor que la materna. Y por favor, si vais a dar vuestra opinión, que sea desde el respeto. 

***

Siempre he tenido claro desde un principio que quería darle el pecho a mi hijo. Exclusivamente hasta los 6 meses y después continuar la lactancia materna hasta que los dos lo creyésemos conveniente. Era –y soy- consciente de los enormes beneficios y ventajas que tiene y fue quizás ese uno de los motivos por los que luego pasó lo que pasó. 

Os pregunté en el grupo en Facebook qué es lo queríais que incluyese en este post y fueron tantos los mensajes que recibí que he decidido dedicarle un espacio en esta entrada para contestaros a todas. Pero antes de eso, vamos a ponernos en situación: embarazo de 41+1 (sí, muuuy largo) que acabó en inducción por preeclampsia. Tras un trabajo de parto que no fue más allá de los 6cm acompañado por sufrimiento fetal se decidió cesárea urgente. Tras la operación se estimó un volumen de pérdida sanguínea considerable. Con una hemoglobina a los pocos días de 7.8, sintomática. 

Todas estas cosas puedo verlas ahora con perspectiva, pero en ese momento yo sólo pensaba que tenía que ir bien, que todo eso no iba a influir. Pero lo hizo. A pesar de haber estar exprimiendo calostro manualmente desde la semana 38 de embarazo, tanto la cantidad de calostro como de leche madura que tuve no fue suficiente como para evitar una pérdida de peso del 13%. A la pérdida de peso se le sumó una infección y una larga estancia en el hospital de 9 días. Y fue justamente gracias a ese ingreso tan largo que tuve muchísima más ayuda con la lactancia materna de la que nunca pude imaginar. Les estaré eternamente agradecida a todas esas personas que estuvieron al pie del cañón sin pedir nada a cambio. Por la paciencia, por el cariño con el que lo hacían todo… no sólo en el hospital sino también en las visitas a domicilio. 

 FOTO: mi calostro de varias extracciones
FOTO: Mi leche madura


Hay algo que todavía no he comentado: la principal causa por la que dejé la lactancia materna cuando mi hijo tenía tan solo 3 semanas de vida. El dolor. El tremendo dolor que casi no me dejaba respirar. Que no me dejaba moverme. Que consiguió que inconscientemente me cambiase el humor (a peor) cuando se acercaba la hora de dar teta. 
La lactancia materna “consiguió” recluirme en casa durante 3 semanas porque no me veía capaz de salir. ¿Qué pasaba si a mi hijo le entraba hambre estando en la calle? En casa necesitaba uno o dos cojines, un taburete, agua, un marido a quien decirle “que me duele que te cagas” mientras me mordía un labio. Qué tontería, ¿verdad? Pues sí, puede parecerlo pero quería escribirlo tal cual y sin tapujos. Además sé que no soy la única a la que le ha pasado. 


A mi hijo le diagnosticaron frenillo sublingual tipo 1 (el peor) nada más nacer. Esto es algo que no nos sorprendió porque su padre lo tiene igual. Yo como matrona sabía que no en todos los casos es necesario intervenir con una frenectomía (cortar el frenillo), por lo que le pusimos al pecho tras la cesárea cuando ni siquiera tenía una hora de vida. Me imagino que sería por la anestesia o porque era la primera vez que se cogía a la teta: pero no me dolió. Durante ese día y esa noche estuvo mamando sin mucho problema y yo no podía más que pensar que era muy afortunada. Qué poco me duró la alegría
Al día siguiente todo fue distinto y la cosa no hacía más que empeorar: cada vez me dolía más. ¿Sería el frenillo o sería que siempre he tenido los pezones extremadamente sensibles? 

La frenectomía suele hacerse a las 48 horas tras una valoración exhaustiva del agarre, etc. En mi caso, que mi hijo tenía un tipo I y era tanto el dolor, decidieron hacerlo cuando tenía tan solo 24 horas. No sé si fue simplemente mi percepción o que realmente me dolía menos. En ese momento pensé que la cosa mejoraría, pero una vez más: no fue así.

FOTO: Mi hijo a los 2 meses de vida donde se aprecia el tipo de frenillo que tenía. En la foto de abajo se ve un puntito blanco, que es lo que antes era el frenillo.Disculpad la mala resolución de las fotos.


Pasamos a probar alguna postura que no había probado nunca y sí, ayudó un poco. Después empecé a usar pezoneras para ver si conseguía que me doliese un poco menos y así fue. Pero claro, cuando consideras que el dolor ya es intensísimo, “un poco menos” sigue siendo mucho dolor. ¿Puede ser que yo sea una quejica y otra persona lo hubiese aguantado mejor que yo? No lo sé ni nunca lo sabré. Sólo sé que aquello me parecía insoportable. 

Todo el mundo me decía que mejoraría. Que al cabo del tiempo “se hace un callo” y ya no duele. Que tuviese paciencia, que merecería la pena. 

La cantidad de leche seguía siendo más bien poca, por lo que llegamos a estar con teta, con leche materna extraída primero manualmente y más adelante con extractor manual y fórmula recetada por la pediatra mientras estábamos en el hospital (esto fue así durante 3 días). Esto de la lactancia no es 1+1 son 2. Opiniones las habrá tantas como formas de afrontar las dificultades que tanto mi hijo como yo tuvimos durante ese duro primer mes de vida. ¿Cuál es más correcta? No lo sé. Lo que sí sé es que todos actuábamos por un bien común: lograr que la lactancia materna fuese un éxito, que es lo que yo quería. Y lo hicimos lo mejor que supimos. 

A todo esto se le sumó una ingurgitación mamaria como una casa. Un dolor y una molestia que nunca olvidaré. Los pechos triplicaron su tamaño, los tenía super calientes y rojísiimos, llenos de bultos, la piel tirante y brillante. Ningún sujetador me cabía. El dolor podía llegar a ser tan insoportable que si alguna vez tengo un segundo hijo, puede que nunca llegue a probar la teta. 

La ingurgitación, que es una de las cosas que me preguntasteis, la solucioné con hojas de col por raro que parezca. Ya os hablé de esto en el grupo en Facebook y os animo a que busquéis información al respecto, es muy interesante ver toda la evidencia que hay. Ojalá me hubiese hecho una foto de la que pudiese reírme ahora. También ayudaron muchísimo los  masajes manuales en la ducha y el extractor eléctrico: qué alivio. Por no hablar del Señor Paracetamol y el Señor ibuprofeno: qué majos ellos. 
¿Os dije que me salieron grietas? Sí, también. El “purelan”, llevar sujetadores transpirables, camisetas del algodón 100% y dejarlas al aire a ratos no consiguieron gran cosa.





Cambiando un poco de tema: hasta hace poco he sido incapaz de decirle a mi familia que le doy el biberón a mi hijo. De hecho L tiene ahora 2 meses y ha sido hoy (25 de julio) cuando por fin le he dicho a mi madre que L dejó de tomar teta cuando tenía 3 semanas. Me sentía como un fracaso, como una mala madre tomando una mala decisión en su propio beneficio. Ahora que ha pasado un poco de tiempo es más o menos fácil hablar de ello y ver las cosas con perspectiva. Ver que si para mí no era bueno, para él tampoco podía serlo. Porque lo que mi hijo necesitaba era una madre tranquila y relajada capaz de demostrarle todo el cariño que necesitaba. 

Y me pongo en la piel de las madres que optan por la lactancia artificial por el motivo que sea. Puedo hacerme una idea de todo lo que se les pasa por la cabeza. 
Por eso yo como matrona siempre pregunto “¿cómo quieres alimentar a tu hijo?” en vez de “¿vas a darle el pecho?”. Es una decisión muy personal y tan respetable como cualquier otra, siempre y cuando sea informada. Porque si de desinformación se trata, ya me encargo yo como matrona de asegurarme de que tiene todas las cartas en la mano antes de tomar una decisión tan importante. 

En fin, que me entra la vena matronil y me voy por las ramas. Soy Mamá y de eso estoy hablando en este post, así que prosigamos. 

Mi experiencia con la LM fue de todo menos placentera. Tomar la decisión de cambiar a biberón fue de las más importantes y difíciles que he tomado nunca. Pero qué alivio cuando por fin instauramos la LA, y digo alivio no sólo porque por fin dejó de dolerme el pecho sino porque por fin me atreví a salir de casa. Y quienes habéis pasado por un puerperio sabréis lo importante que es esto. 


¿Ha cambiado mi opinión sobre la LM? En absoluto, sigo pensando que es la mejor opción para tu hijo en cuanto a beneficios nutricionales se refiere. No hay nada en este mundo que pueda igualar a la leche de mamá. Pero ahora cuando una madre se queje de dolor sabré a qué dolor se refiere
Sé también que quien no dé el pecho no va a ser peor madre, le pese a quien le pese. Y creo que está en nuestras manos no sólo proporcionales toda la ayuda posible para que la LM sea un éxito, sino también apoyo emocional para cuando no lo sea. 

Repito: ¿se podrían haber hecho otras cosas? ¿Habrían influido en el resultado? Sí, quizás sí, como todo en esta vida.  Pero tomé una decisión informada y hasta ahora es de las mejores que he tomado: soy mucho más feliz desde que no doy el pecho. 

Dicho esto, os contesto a continuación las preguntas que me habéis ido dejando en Facebook. Si falta alguna es porque considero que ya la he contestado en el post. 

Gracias a todas por leer, comentar y estar al otro lado haciendo que todo esto tenga sentido. De verdad: gracias. 

FOTO: ni una teta ni un biberón podrá decidir nunca cuánto se quiere a un hijo. 


*** 

RESPONDO VUESTRAS PREGUNTAS: 

1.     ¿Cuál es contexto sociocultural que se vive en Reino Unido en lo que se refiere a la LM?. ¿Existe cultura del LM? ¿Se ve a las madres dando el pecho en público? ¿Y en niños más mayores? 
Respuesta: en Reino Unido se promociona muchísimo la LM y no, no está mal visto. En los hospitales hay un equipo de expertas en lactancia disponibles para quien lo necesite, a parte de que el ratio matrona/paciente es mucho mejor qu en España tanto en paritorio como en planta de maternidad. 
Sí que se ven mamás dando el pecho en público. Unas se cubren más que otras pero la gente es muy respetuosa con el tema, que es como debería de ser. Y sí, algunas madres dan el pecho más tiempo. 

2.     ¿Qué redes de apoyo pueden encontrar las madres? ¿Qué consejos darías para no abandonar a la primera? 
R: pueden acudir tanto a la matrona como a una experta en lactancia, ya sea en el ámbito hospitalario como fuera de él. A parte de esto hay grupos de apoyo abiertos para todo el mundo y son gratuitos. 
Sobre consejos para no abandonar: precisamente eso, que pidan ayuda. 

3.     Consejos para manejar una dependecia del relactador. 
R: La verdad es que no tengo mucha información al respecto, por lo que prefiero no contestar esta pregunta. Estoy segura de que alguien podrá contestarla por ti ;) 

4.     ¿La primera succión fue espontánea?
R: No sé si te refieres a la técnica de dejar al bebé piel con piel y esperar a que él sólo se agarre al pecho. Si te refieres a eso: no, le ayudamos nosotros con la postura porque tras una cesárea no podía ponerme de cualquier manera. Se cogió al pecho con bastante facilidad y a pesar del frenillo tipo I succionaba bien. 

5.     Me gustaría saber si has hecho algo que nunca pensabas que harías. 
R: Tuve la suerte de enfrentarme a estas situaciones con una mentalidad muy abierta y al ser matrona sabía que podían pasar muchas cosas. Así que no, para todo lo que hice ya había contemplado antes la posibilidad de hacerlo.  

6.    Mejores posturas para amamantar y cómo sabes que estás haciéndolo bien
R: Por suerte hay muchísimas y sólo hay que encontrar la que os vaya mejor a los dos. Las más conocidas son las de “barriga con barriga” y la de rugby (cabeza en el pecho y el cuerpo pegado a tu costado, bajo tu brazo). Pero también hay otras muy interesantes como la de sentado cuando son más mayores. Sea como sea lo mejor siempre es que te lo expliquen en persona. 
Sobre lo de saber si lo haces bien: es fácil. Verás que tu bebé traga, que se queda satisfecho tras las tomas, que hace pipi y caca, que va cogiendo peso, etc. Además, si el bebé está bien cogido en un principio no debería dolerte. 

7.     ¿Qué es lo que más te ha sorprendido sobre la LM? ¿Qué te ha costado más viviéndolo en primera persona?
R: La LM es algo que vivo a diario gracias a mi trabajo, por lo que no me sorprendió nada. Lo que más me ha costado: tomar la decisión de dejar de dar el pecho. 

8.     ¿Cómo te va, qué tal te encuentras anímicamente? ¿Duerme el bebé por las noches?
R: Ahora mismo me encuentro fenomenal anímicamente. Estoy más feliz que nunca y me siento completa. Tener a L es lo mejor que me ha pasado en la vida. Físicamente ya es otra cosa: ¡aún tengo un largo camino para llegar a donde estaba antes! 
Y L sigue pidiendo cada 3 horas durante el día pero por la noche la verdad es que últimamente está aguantando más sin comer y se agradece un poco de descanso. 

9.     ¿Te has sentido insegura con la LM? ¿Has tenido dudas? ¿Cómo lo has solventado?
R: Sí, bastante. Ser matrona es una cosa y ser madre es otra. Cuando te dicen que tu hijo tiene una infección y que además ha perdido mucho peso se te pasan mil cosas por la cabeza. Te sientes culpable y le das muchas vueltas a todo pensando qué puedes haber hecho mal. Mi inseguridad principal supongo que fue la misma que todas las madres: ¿está comiendo suficiente? Dudas también he tenido muchas… 
Y lo he solucionado apoyándome en los profesionales que me rodeaban, que eran todas una maravilla. 

10.  ¿Despiertas al bebé para darle de comer?
R: No, esperamos a que sea él quien pida. La vez que más tiempo ha pasado han sido 6 horas. Nunca se ha dado el caso de que pase mucho más tiempo, por lo que no nos hemos preocupado de ponernos alarmas ni nada. Si en alguna ocasión pasara mucho más tiempo, entonces ya sí que intentaríamos que coma. 

11.  Los problemas inesperados con los que te has encontrado. 
R: En cuanto a la LM se refiere ninguno, porque todo lo que pasó es algo que yo como madre matronil ya había contemplado anteriormente. 

***

Y de momento estas son todas vuestras dudas que he podido ver en Facebook. Siento si se me ha pasado contestar algo. Si es así por favor decídmelo y lo incluyo sin problemas. Si se os ocurre alguna otra la responderé encantada. 

¡Muchas gracias a todas!

Maria.