domingo, 2 de febrero de 2014

51. YA HE HECHO EL EIR… ¿Y AHORA QUÉ?


   Y ahora qué… ¿de qué? No necesitas que te lo diga una matrona medio loca (o casi entera). VIVIR. Sí, hay vida tras el EIR. Si eres una Opositora experimentada lo sabrás.

FOTO: Ola ke ase.

Antes de comenzar deciros que esta entrada va especialmente dedicada a las Opositoras EIR que se han tomado esta oportunidad muy en serio y que llevan meses estudiando. ¿Y qué pasa con el resto, con los que se han presentado por probar? Pues a este último grupo también le felicito, pero simplemente no podrán aplicarse las generalidades que voy a decir a continuación. Dicho esto, vamos allá.

CANCIÓN: "On my way", de Cocoon.  


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He estado leyendo vuestros comentarios sobre el examen. Por lo general tod@s coincidís en lo siguiente:
- Muy largo, se ha hecho pesado
- Os ha llamado la atención la cantidad de gente que no se ha presentado
- “Más fácil” que el año pasado
- Subjetivo (qué poco me extraña esto último)
- Dudábais muchas entre 2

Sobre qué sensaciones os ha transmitido, cómo os habéis sentido antes/durante/después, etc. no habéis hablado tanto. Pues bien, de eso y de otras cosas me gustaría hablar ahora.

No quiero escribir más sin antes daros mi más sincera ENHORABUENA. Sí, deberíais saber por qué:
- Por saber qué quieres y luchar por ello
- Por ser capaz de sacrificar muchas cosas a cambio de muchas horas de estudio
- Por haber realizado una carrera de fondo y llegar a la meta
- Por tu constancia
- Por tu Ilusión
- Por tu valentía
- Y por un largo etcétera.

Ya os lo he dicho más de una vez, pero os lo digo otra vez: el mundo NECESITA gente como vosotras. Sí, gente que sabe lo que quiere, lucha por ello y no para hasta conseguirlo. Es algo que no todos son capaces de hacer.
Y la primera que debe de sentirse Orgullosa eres TÚ. Aunque pondría la mano en el fuego de que hay mucha gente a tu alrededor que también lo está de ti.

Sea como sea el resultado, este es un Aprendizaje que te servirá para el resto de tu vida. Y sí, ojalá todo fuese mucho más fácil y no fuese necesario pasar por todo este follón para ser Matrona (o enfermera especialista en general), pero de momento es lo que hay. Así que, como siempre, intento sacarle el lado positivo a todo. Y lo más positivo para mí, sin duda, es que cuando algo te cuesta tantísimo lo valoras infinitamente más.

FOTO: Con Constancia, Esfuerzo e Ilusión vuestro momento TAMBIÉN llegará. 


Respecto a vuestras sensaciones durante el examen:

A) ¡He controlado los nervios y dominado la sensación!
Creo, sinceramente, que este es el mejor regalo que puede tener una Opositora el día del EIR: la sensación de haber tenido el control sobre la situación.
Sí, aunque luego creas que lo podrías haber hecho mejor o peor, el simple hecho de sentir que has dado lo mejor de ti misma… esa es una sensación increíble.

B) Los nervios me han superado y no me he quedado con una buena sensación…
Sé lo que se siente. NUNCA me he bloqueado con un examen, excepto en el EIR del año 2010. Hasta entonces no tenía ni la más remota idea de lo que significaba bloquearse.

De hecho, os soy sincera, cuando alguien al salir de un examen decía “es que me he bloqueado” yo lo primero que pensaba era “menuda excusa barata, di que no has estudiado y punto”. Pero no, ahora ya sé que es una historia a parte.
¿Sabéis qué es leer y NO saber qué estás leyendo? ¿Terminar de leer el enunciado y no tener ni idea de qué has leído? ¿Volverlo a leer y quedarte igual que la primera vez? Ponerte los tapones y escuchar SÓLO tu corazón, cómo late con fuerza. Os juro que eso no me había pasado nunca, hasta aquél día.

Me sentí tan mal que al instante supe que había “tirado a la basura” un año de mi vida, que de allí no iba a salir nada de provecho. Fue una mezcla entre impotencia, tristeza, rabia…
Entonces entendí por qué hay ambulancias a las puertas de los aularios. Yo estuve a punto de que me diese unnosequé.

Es horrible. Espero que no os haya pasado nada similar. Y si os ha pasado deciros que lo siento mucho, pero que aunque ahora no veáis las cosas claras, con el paso del tiempo podréis aprender algo de esa experiencia.
Por supuesto, por aquél entonces tenía miedo de que al año siguiente me volviese a pasar lo mismo, pero para eso ya me encargué yo de practicar muchísimo la técnica de examen en público y fortalecer la parte de Autoconfianza, que es tanto o más importante que saberte la teoría.


Y es que, como dicen, el EIR consta de 2 partes:
1) Teoría
2) Los nervios

La primera podemos controlarla, pero la 2ª nos resulta bastante más complicado. Si sólo dependiese de la teoría…!


A las Opositoras que hayáis salido con buenas vibraciones deciros que no tengáis miedo de expresar vuestros sentimientos. Por supuesto, siempre con los pies en la tierra porque hasta última hora no se sabe nada, pero ¿por qué no estar contentas? Sentir satisfacción por el trabajo realizado no es malo ;) Si te apetece compártelo con la gente más cercana, con la que te comprende, con quien tienes más confianza.
Yo el 2º año de Oposición, que fue cuando obtuve plaza, al salir del examen estaba muy contenta. No quería decir “seguro que tengo plaza para matrona”, pero en cierto modo lo pensaba. De hecho, aunque no os lo creáis, por la noche no podía dormir pensando en tooodo lo que tendría que hacer cuando por fin tuviese mi plaza en la mano (papeleo, posibles desplazamientos, conocer a gente, etc.). Sí, así de raro y real fue.


A las que no estéis contentas con lo que habéis hecho el día 01.02.2014 deciros que puedo comentaros algunas cosas con conocimiento de causa. Yo he estado en vuestra misma situación. Sé lo mal que me sentí después de haberle dedicado tantísimas horas durante casi un año.
Voy a contaros MI caso personal y cada una que haga lo que quiera.

El primer año estudié desde marzo hasta enero. Terminé la carrera en junio, así que compaginaba mis exámenes de final de carrera, prácticas y clases en la universidad con mis clases presenciales de la Academia, a parte de estudiar en mi tiempo libre. Esos meses pensé que me volvía loca.
En verano tuve la suerte de conseguir 3 meses de contrato en un centro de salud. Renuncié a mi 3er mes de trabajo porque quería dedicarme única y exclusivamente a Opositar, de hecho empecé enfermería con el único fin de ser matrona. Lo tenía todo muy claro. Lo que NO tenía tan claro era lo importante que es no hacer de el EIR el centro de tu vida.

Tuvo que pasar lo que me pasó ese enero de 2010, en mi primer EIR, para darme cuenta de que no podía seguir esa misma línea si quería volver a presentarme. Así que me lo tomé de otro modo muy distinto.
Desde febrero hasta finales de agosto desconecté por completo del EIR. Sí, como lo lees. Ni os imagináis lo que disfruté ese verano. Me había puesto como tope agosto-septiembre, así que sabía que hasta entonces no pensaba volver a tocar un libro.


Mi sorpresa fue que cuando volví de nuevo a la carga me sonaba todo. No me costaba ni la mitad de tiempo estudiarme lo mismo que ya había estudiado meses atrás. Algunas cosas ya las sabía, otras vi que además las recordaba de memoria, etc. Sí, por increíble que parezca no se olvida todo lo que has estudiado con tanto empeño. Para mí fue más bien una cuestión de:
a) Repaso
b) Practicar muchísimo la técnica de examen en público
c) Autoconfianza
d) Tener vida a parte del EIR

No os lo voy a pintar como un camino de rosas, que no lo fue. Pero sí os digo que fui mucho más feliz en mi 2º año de Oposición. Así que vi que otra manera era posible.
Tenía claro cuál era mi objetivo, tracé un plan y lo seguí. Tarde o temprano lo conseguiría. Y es que cuando sientes que algo es 100% Vocacional, no hay otra opción posible. Y yo no soy ninguna “SuperWoman” ni nadie fuera de lo normal (bueno, sí, a veces soy un poco “anormal” xD). Soy una persona como tú, así que si yo he podido, TÚ también.


Pero, por otro lado, también es cierto que los aprendizajes y las experiencias no pueden transmitirse de uno a otro, sino que tiene que ser cada individuo quien viva sus propias experiencias y de ahí sus propios aprendizajes. Los sucesos que nos ocurren a lo largo de nuestras vidas es lo que nos hace ser quienes somos. Somos una masa sin molde y este tipo de vivencias son las que nos dan forma.
Aún así, tenemos la capacidad de escuchar y empatizar, por lo que espero que podáis sacar algo positivo de todo esto que estáis leyendo.


En fin, sea como sea, disfrutad ahora de vuestro tan merecido tiempo libre. Si trabajáis al menos dispondréis de todas esas horas que antes teníais que dedicárselas a un montón de libros. Sois libres, sed felices disfrutando de vosotras mismas, de la familia, amig@s, etc. Ahora puedes salir tranquilamente a tomar el aire sin sentirte culpable por ello ;)


Y a partir de ahora… ¿qué?

¿Qué va a pasar estos días? Pues lo que ya puedes imaginar: nervios por el “¿lo habré hecho bien? ¿Cuántas netas tendré? ¿Habré fallado muchas? ¿Cómo le habrá salido al resto?” y nervios también por ver a la gente histérica que se empeñan en impugnar tropocientas preguntas que ellas mismas han fallado, con la mínima esperanza de que esas pocas preguntas que puedan impugnar le dé una posiblidad para una plaza. Oye, que a mí lo de impugnar me parece bien, sobretodo si crees a pies juntillas que tú tienes razón y que el Ministerio se ha equivocado. Cada acierto y fallo cuenta y puede ser decisivo, por lo que veo bien que la gente lo pelee hasta el final.

Con esto sólo digo que estad preparadas para leer todo tipo de comentarios. Y que por lo general el ambiente por estas fechas está caldeado, así que quedáis sobreaviso. Intentad pasar un poco el tema y no os dejéis embadurnar por todo ese histericismo colectivo. Si tienes que impugnar, hazlo, pero… Be water my friend. Y si tienes que opinar, opina… pero Be water my friend.

FOTO: Be water, my friend. 


Si sabéis que el examen en sí os ha salido mal, que eso se sabe, pues no le déis más vueltas y punto, cuando salga la planilla oficial con las respuestas correctas os lo miráis y ya está.
Si, por el contrario, creéis que sí tenéis posibilidades, la espera se os hará un poco más larga. Os recomiendo que aprovechéis para hacer ese viaje que tantas ganas teníais de hacer y que tenías pendiente. O si no te lo puedes permitir pues al menos sal de casa un finde y vete al pueblo de al lado! Sal de la rutina, rodéate de gente que te quiere, disfruta de el no tener que estar pendiente de estudiar todo el día. ¡Relax y mimos! :)


Y ya para terminar no quiero dejar pasar esta ocasión para hablar del: ¿METO O NO METO LOS RESULTADOS? (Me refiero a las plataformas tipo Academias, por ejemplo).
Pues bien, ya tengo una entrada (o creo que era al final de una entrada) hablando extensamente sobre el tema. Mi opinión es muy clara.
A la pregunta: “¿Meterías los resultados en una plataforma no oficial?”
María respondería: “Ni de coña”.

¿Más claro? Water, ¿recuerdas? ;)  Puedo decir Orgullosa y con la cabeza bien alta que fui capaz de contenerme y ni el 1er año ni el 2º metí los resultados en ningún sitio sino que me esperé a los listados oficiales que emitía el Ministerio de Sanidad.
¿Qué conseguí con esto? TENER VIDA.

Pude vivir una situación parecida hace ya 2 años, con una amiga. Ella estaba escogiendo plaza en Madrid y yo no podía dejar de darle al botón de actualizar a la página del Ministerio, como os lo cuento. Y no me refiero a darle 2-3 ó 20 veces, qué va. Me refiero a estar obsesionada hasta tal punto de no poder comer, no poder pensar, no poder moverme de delante de la pantalla del ordenador durante horas. Y la cuestión es que eso sólo fue un día, ¿os imagináis cómo hubiese sido eso durante semanas? Yo sé de mucha gente que ha metido los resultados y después se han arrepentido muchísimo.

Has esperado mucho tiempo hasta el día del examen, ¿de verdad crees que no puedes aguantar un poco más? Si lo haces y después me vienes con agobios tras haber leído esta entrada te diré: “Te lo dije” y me quedaré taan a gusto, oiga… jeje es broma. Pero sí, cuidadín con la decisión que toméis.

¿Razones?
1. Ya os lo he dicho: la dependencia que crearéis con el botón “Actualizar”
2. No son valores reales ni representativos. Conozco casos en los que decían que no tenían plaza, con el disgusto que eso conlleva, y después sin embargo quedar en muy buen puesto. También conozco casos al revés, en los que decía que sí tenía plaza y después… ¡chasco! Así que tanto una cosa como la otra me parecen… ¡agh!

El 2º año, que fue cuando estaba tan satisfecha y orgullosa de lo mucho que había podido concentrarme durante el examen, pensé: “Pobrecillos estos que han metido los resultados. Lo que no saben es que a mí me ha salido bien, por lo que si meto mis resultados probablemente bajarán de puesto”. Sí, tal cual, así os lo digo. No suelo estar tan segura de mí misma, pero es que con el 2º EIR lo estuve. Pensad que se presentan miles y miles de enfermeras al EIR y que sólo un pequeñísimo porcentaje introducirá sus datos en esa plataforma.
Así que, decidáis lo que decidáis, mucho ánimo y suerte.

 FOTO: Como la vida misma. 


Y por mi parte poco más. Todo este tochón de ahí arriba lo escribí anoche, a las tantas y con sueño. No sé si tendrá sentido o no, si os servirá para algo o no. O si es simplemente un montón de palabras sin sentido… Sea como sea, si habéis llegado hasta aquí… ¡Coliflor! jajaja xD


¡Que paséis un día genial y disfrutéis de vuestras Merecidas vacaciones!


María.


2 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

¿¿¿¿Hola??????? Cómo puede sentirse una persona tan identificada al leer todo esto...mi, no comprender. pero....¿¿porque no te descubrí antes leche??? !!!que razón llevas en todo. enorabuena por este blog, y por toda la energía que transmites que en estos momentos muchos la necesitamos.

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