Y ahora qué… ¿de qué? No necesitas que te lo diga una matrona medio loca
(o casi entera). VIVIR. Sí, hay vida tras el EIR. Si eres una Opositora
experimentada lo sabrás.
Antes de comenzar deciros que
esta entrada va especialmente dedicada a las Opositoras EIR que se han tomado
esta oportunidad muy en serio y que llevan meses estudiando. ¿Y qué pasa con el
resto, con los que se han presentado por probar? Pues a este último grupo
también le felicito, pero simplemente no podrán aplicarse las generalidades que
voy a decir a continuación. Dicho esto, vamos allá.
* * *
He estado leyendo vuestros
comentarios sobre el examen. Por lo general tod@s coincidís en lo siguiente:
- Muy largo, se ha hecho pesado
- Os ha llamado la atención la
cantidad de gente que no se ha presentado
- “Más fácil” que el año pasado
- Subjetivo (qué poco me extraña
esto último)
- Dudábais muchas entre 2
Sobre qué sensaciones os ha
transmitido, cómo os habéis sentido antes/durante/después, etc. no habéis
hablado tanto. Pues bien, de eso y de otras cosas me gustaría hablar ahora.
No quiero escribir más sin antes
daros mi más sincera ENHORABUENA. Sí, deberíais saber por qué:
- Por saber qué quieres y luchar
por ello
- Por ser capaz de sacrificar
muchas cosas a cambio de muchas horas de estudio
- Por haber realizado una carrera
de fondo y llegar a la meta
- Por tu constancia
- Por tu Ilusión
- Por tu valentía
- Y por un largo etcétera.
Ya os lo he dicho más de una vez,
pero os lo digo otra vez: el mundo NECESITA gente como vosotras. Sí, gente que
sabe lo que quiere, lucha por ello y no para hasta conseguirlo. Es algo que no
todos son capaces de hacer.
Y la primera que debe de sentirse
Orgullosa eres TÚ. Aunque pondría la mano en el fuego de que hay mucha gente a
tu alrededor que también lo está de ti.
Sea como sea el resultado, este
es un Aprendizaje que te servirá para el resto de tu vida. Y sí, ojalá todo
fuese mucho más fácil y no fuese necesario pasar por todo este follón para ser
Matrona (o enfermera especialista en general), pero de momento es lo que hay.
Así que, como siempre, intento sacarle el lado positivo a todo. Y lo más
positivo para mí, sin duda, es que cuando algo te cuesta tantísimo lo valoras
infinitamente más.
FOTO: Con Constancia, Esfuerzo e Ilusión vuestro momento TAMBIÉN llegará.
FOTO: Con Constancia, Esfuerzo e Ilusión vuestro momento TAMBIÉN llegará.
Respecto a vuestras sensaciones
durante el examen:
A) ¡He controlado los nervios
y dominado la sensación!
Creo, sinceramente, que este es
el mejor regalo que puede tener una Opositora el día del EIR: la sensación de
haber tenido el control sobre la situación.
Sí, aunque luego creas que lo
podrías haber hecho mejor o peor, el simple hecho de sentir que has dado lo
mejor de ti misma… esa es una sensación increíble.
B) Los nervios me han superado
y no me he quedado con una buena sensación…
Sé lo que se siente. NUNCA me he
bloqueado con un examen, excepto en el EIR del año 2010. Hasta entonces no
tenía ni la más remota idea de lo que significaba bloquearse.
De hecho, os soy sincera, cuando
alguien al salir de un examen decía “es que me he bloqueado” yo lo primero que
pensaba era “menuda excusa barata, di que no has estudiado y punto”. Pero no,
ahora ya sé que es una historia a parte.
¿Sabéis qué es leer y NO saber
qué estás leyendo? ¿Terminar de leer el enunciado y no tener ni idea de qué has
leído? ¿Volverlo a leer y quedarte igual que la primera vez? Ponerte los
tapones y escuchar SÓLO tu corazón, cómo late con fuerza. Os juro que eso no me
había pasado nunca, hasta aquél día.
Me sentí tan mal que al instante
supe que había “tirado a la basura” un año de mi vida, que de allí no iba a
salir nada de provecho. Fue una mezcla entre impotencia, tristeza, rabia…
Entonces entendí por qué hay
ambulancias a las puertas de los aularios. Yo estuve a punto de que me diese
unnosequé.
Es horrible. Espero que no os
haya pasado nada similar. Y si os ha pasado deciros que lo siento mucho, pero
que aunque ahora no veáis las cosas claras, con el paso del tiempo podréis
aprender algo de esa experiencia.
Por supuesto, por aquél entonces tenía
miedo de que al año siguiente me volviese a pasar lo mismo, pero para eso ya me
encargué yo de practicar muchísimo la técnica de examen en público y
fortalecer la parte de Autoconfianza, que es tanto o más importante que saberte
la teoría.
Y es que, como dicen, el EIR consta
de 2 partes:
1) Teoría
2) Los nervios
La primera podemos controlarla,
pero la 2ª nos resulta bastante más complicado. Si sólo dependiese de la
teoría…!
A las Opositoras que hayáis
salido con buenas vibraciones deciros que no tengáis miedo de expresar vuestros
sentimientos. Por supuesto, siempre con los pies en la tierra porque hasta
última hora no se sabe nada, pero ¿por qué no estar contentas? Sentir
satisfacción por el trabajo realizado no es malo ;) Si te apetece compártelo
con la gente más cercana, con la que te comprende, con quien tienes más
confianza.
Yo el 2º año de Oposición, que
fue cuando obtuve plaza, al salir del examen estaba muy contenta. No quería
decir “seguro que tengo plaza para matrona”, pero en cierto modo lo pensaba. De
hecho, aunque no os lo creáis, por la noche no podía dormir pensando en
tooodo lo que tendría que hacer cuando por fin tuviese mi plaza en la mano
(papeleo, posibles desplazamientos, conocer a gente, etc.). Sí, así de raro y
real fue.
A las que no estéis contentas con
lo que habéis hecho el día 01.02.2014 deciros que puedo comentaros algunas
cosas con conocimiento de causa. Yo he estado en vuestra misma situación. Sé lo
mal que me sentí después de haberle dedicado tantísimas horas durante casi un
año.
Voy a contaros MI caso
personal y cada una que haga lo que quiera.
El primer año estudié desde marzo
hasta enero. Terminé la carrera en junio, así que compaginaba mis exámenes de
final de carrera, prácticas y clases en la universidad con mis clases
presenciales de la Academia, a parte de estudiar en mi tiempo libre. Esos meses
pensé que me volvía loca.
En verano tuve la suerte de
conseguir 3 meses de contrato en un centro de salud. Renuncié a mi 3er mes de
trabajo porque quería dedicarme única y exclusivamente a Opositar, de hecho empecé
enfermería con el único fin de ser matrona. Lo tenía todo muy claro. Lo que
NO tenía tan claro era lo importante que es no hacer de el EIR el centro de
tu vida.
Tuvo que pasar lo que me pasó ese
enero de 2010, en mi primer EIR, para darme cuenta de que no podía seguir esa
misma línea si quería volver a presentarme. Así que me lo tomé de otro modo muy
distinto.
Desde febrero hasta finales de
agosto desconecté por completo del EIR. Sí, como lo lees. Ni os
imagináis lo que disfruté ese verano. Me había puesto como tope
agosto-septiembre, así que sabía que hasta entonces no pensaba volver a tocar
un libro.
Mi sorpresa fue que cuando volví
de nuevo a la carga me sonaba todo. No me costaba ni la mitad de tiempo
estudiarme lo mismo que ya había estudiado meses atrás. Algunas cosas ya las
sabía, otras vi que además las recordaba de memoria, etc. Sí, por increíble que
parezca no se olvida todo lo que has estudiado con tanto empeño. Para mí
fue más bien una cuestión de:
a) Repaso
b) Practicar muchísimo la técnica
de examen en público
c) Autoconfianza
d) Tener vida a parte del EIR
No os lo voy a pintar como un
camino de rosas, que no lo fue. Pero sí os digo que fui mucho más feliz en mi
2º año de Oposición. Así que vi que otra manera era posible.
Tenía claro cuál era mi objetivo,
tracé un plan y lo seguí. Tarde o temprano lo conseguiría. Y es que cuando
sientes que algo es 100% Vocacional, no hay otra opción posible. Y yo no soy
ninguna “SuperWoman” ni nadie fuera de lo normal (bueno, sí, a veces soy un
poco “anormal” xD). Soy una persona como tú, así que si yo he podido, TÚ
también.
Pero, por otro lado, también es
cierto que los aprendizajes y las experiencias no pueden transmitirse de uno a
otro, sino que tiene que ser cada individuo quien viva sus propias experiencias
y de ahí sus propios aprendizajes. Los sucesos que nos ocurren a lo largo de
nuestras vidas es lo que nos hace ser quienes somos. Somos una masa sin
molde y este tipo de vivencias son las que nos dan forma.
Aún así, tenemos la capacidad de
escuchar y empatizar, por lo que espero que podáis sacar algo positivo de todo
esto que estáis leyendo.
En fin, sea como sea, disfrutad
ahora de vuestro tan merecido tiempo libre. Si trabajáis al menos dispondréis
de todas esas horas que antes teníais que dedicárselas a un montón de libros.
Sois libres, sed felices disfrutando de vosotras mismas, de la familia, amig@s,
etc. Ahora puedes salir tranquilamente a tomar el aire sin sentirte culpable
por ello ;)
Y
a partir de ahora… ¿qué?
¿Qué va a pasar estos días? Pues
lo que ya puedes imaginar: nervios por el “¿lo habré hecho bien? ¿Cuántas netas
tendré? ¿Habré fallado muchas? ¿Cómo le habrá salido al resto?” y nervios
también por ver a la gente histérica que se empeñan en impugnar tropocientas
preguntas que ellas mismas han fallado, con la mínima esperanza de que esas
pocas preguntas que puedan impugnar le dé una posiblidad para una plaza. Oye,
que a mí lo de impugnar me parece bien, sobretodo si crees a pies juntillas que
tú tienes razón y que el Ministerio se ha equivocado. Cada acierto y fallo
cuenta y puede ser decisivo, por lo que veo bien que la gente lo pelee hasta el
final.
Con esto sólo digo que estad
preparadas para leer todo tipo de comentarios. Y que por lo general el ambiente
por estas fechas está caldeado, así que quedáis sobreaviso. Intentad pasar un
poco el tema y no os dejéis embadurnar por todo ese histericismo colectivo.
Si tienes que impugnar, hazlo, pero… Be water my
friend. Y si tienes que opinar, opina… pero Be water my friend.
Si sabéis que el examen en sí os
ha salido mal, que eso se sabe, pues no le déis más vueltas y punto, cuando
salga la planilla oficial con las respuestas correctas os lo miráis y ya está.
Si, por el contrario, creéis que
sí tenéis posibilidades, la espera se os hará un poco más larga. Os recomiendo
que aprovechéis para hacer ese viaje que tantas ganas teníais de hacer y que
tenías pendiente. O si no te lo puedes permitir pues al menos sal de casa un
finde y vete al pueblo de al lado! Sal de la rutina, rodéate de gente que te
quiere, disfruta de el no tener que estar pendiente de estudiar todo el día.
¡Relax y mimos! :)
Y ya para terminar no quiero
dejar pasar esta ocasión para hablar del: ¿METO O NO METO LOS RESULTADOS? (Me
refiero a las plataformas tipo Academias, por ejemplo).
Pues bien, ya tengo una entrada
(o creo que era al final de una entrada) hablando extensamente sobre el tema.
Mi opinión es muy clara.
A la pregunta: “¿Meterías los
resultados en una plataforma no oficial?”
María respondería: “Ni de coña”.
María respondería: “Ni de coña”.
¿Más claro? Water, ¿recuerdas?
;) Puedo decir Orgullosa y con la cabeza
bien alta que fui capaz de contenerme y ni el 1er año ni el 2º metí los
resultados en ningún sitio sino que me esperé a los listados oficiales que
emitía el Ministerio de Sanidad.
¿Qué conseguí con esto? TENER
VIDA.
Pude vivir una situación parecida
hace ya 2 años, con una amiga. Ella estaba escogiendo plaza en Madrid y yo no
podía dejar de darle al botón de actualizar a la página del Ministerio,
como os lo cuento. Y no me refiero a darle 2-3 ó 20 veces, qué va. Me refiero a
estar obsesionada hasta tal punto de no poder comer, no poder pensar, no poder
moverme de delante de la pantalla del ordenador durante horas. Y la cuestión es
que eso sólo fue un día, ¿os imagináis cómo hubiese sido eso durante
semanas? Yo sé de mucha gente que ha metido los resultados y después se han
arrepentido muchísimo.
Has esperado mucho tiempo hasta
el día del examen, ¿de verdad crees que no puedes aguantar un poco más?
Si lo haces y después me vienes con agobios tras haber leído esta entrada te
diré: “Te lo dije” y me quedaré taan a gusto, oiga… jeje es broma. Pero
sí, cuidadín con la decisión que toméis.
¿Razones?
1. Ya os lo he dicho: la
dependencia que crearéis con el botón “Actualizar”
2. No son valores reales ni
representativos. Conozco casos en los que decían que no tenían plaza, con el
disgusto que eso conlleva, y después sin embargo quedar en muy buen puesto.
También conozco casos al revés, en los que decía que sí tenía plaza y después…
¡chasco! Así que tanto una cosa como la otra me parecen… ¡agh!
El 2º año, que fue cuando estaba
tan satisfecha y orgullosa de lo mucho que había podido concentrarme durante el
examen, pensé: “Pobrecillos estos que han metido los resultados. Lo que no
saben es que a mí me ha salido bien, por lo que si meto mis resultados
probablemente bajarán de puesto”. Sí, tal cual, así os lo digo. No suelo estar
tan segura de mí misma, pero es que con el 2º EIR lo estuve. Pensad que se
presentan miles y miles de enfermeras al EIR y que sólo un pequeñísimo
porcentaje introducirá sus datos en esa plataforma.
Así que, decidáis lo que
decidáis, mucho ánimo y suerte.
Y por mi parte poco más. Todo
este tochón de ahí arriba lo escribí anoche, a las tantas y con sueño. No sé si
tendrá sentido o no, si os servirá para algo o no. O si es simplemente un
montón de palabras sin sentido… Sea como sea, si habéis llegado hasta aquí…
¡Coliflor! jajaja xD
¡Que paséis un día genial y
disfrutéis de vuestras Merecidas vacaciones!
María.
2 comentarios:
¿¿¿¿Hola??????? Cómo puede sentirse una persona tan identificada al leer todo esto...mi, no comprender. pero....¿¿porque no te descubrí antes leche??? !!!que razón llevas en todo. enorabuena por este blog, y por toda la energía que transmites que en estos momentos muchos la necesitamos.
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