lunes, 2 de diciembre de 2013

48. CÓMO OPOSITAR EN NAVIDAD Y NO MORIR EN EL INTENTO


¡Bienvenido al Blog, Opositor!

Como cada año y como ya va siendo costumbre, aquí me tenéis con el mismo estilo de entrada navideña. Es probable que me repita como el ajo, pero me da la sensación de que algunas no os cansáis de leer este tipo de entradas.

CANCIÓN: "Chasing cars", de Snow Patrol.

Ya tenía pensado hacerlo pero la verdad es que fue ayer cuando terminé de pulir la idea de lo que quería escribiros… ¡Gracias a mis sobrinos de 1, 4 y 6 años!

Os pongo aquí abajo una foto para que lo acabéis de entender un poco mejor….


 FOTO: Calendario de adviento

¿Os acordáis? No me digáis que no esperábais como agua de mayo esos “Calendarios Mágicos Rellenos de Chocolate”… Y sino ¡no habéis tenido infancia!

Cuando por fin llegaba el 1 de diciembre era toda una fiesta. Con un poco de suerte me regalaban varios, por lo que cada día podía comerme varias chocolatinas :D


Además recuerdo perfectamente el sabor de ese chocolate con leche -que no sé a vosotras pero a mí me sabía "distinto"-, la ilusión con la que abría las ventanitas a medida que pasaban los días y lo mucho que me gustaba mirarlo.

Y no sólo hacía esto de los chocolatitos, sino que también montaba el Belén y colocaba a los camellos lejos del portal. Peero cada día que pasaba los iba acercando más y más hasta que el día 6 de enero les colocaba ya en el portal… ¡Habían llegado los reyes! Pero no sería hasta la mañana siguiente cuando por fin llegasen los regalos a ese árbol de navidad que con tanto cariño había decorado con mi madre. Menuda nochecita de nervios pasaba… :)

FOTO: Los Camellos que van hacia el portal :)

¿Cuándo exactamente dejamos de sorprendernos? ¿De disfrutar así de la navidad? ¿De dejar que nos invada ese espíritu navideño? ¿De sonreír al ver las lucecitas en la calle mientras se nos enfría la nariz del frío que hace?


Puede gustarte más o menos la navidad, pero seguro que en algún momento llegaste a sentir todo eso que ahora no recuerdas.


Y es que… QUÉ DIFERENTE es la Navidad cuando tienes que Opositar. Pasa de un “Qué bien, vacaciones y ambiente navideño” a un… “Que pase rápido”. Así, tal cual, que pase rápido.


Vemos la Navidad como el sinónimo de:

- Compromisos familiares

- Los amigos insistiendo en salir

- Comidas y cenas que nos quitarán tiempo de estudio

- Todo el mundo sonriendo y pasándoselo bien mientras yo estoy en casa encerrada, estudiando…

- Etc. etc.

Y todo eso se resumen en:

“En Navidad tengo menos tiempo para estudiar”.


A medida que se acerca “El día de” nos ponemos más y más nerviosas y esa presión se deja notar en el ambiente. ¡Quienes nos rodean lo saben bien!

Y es que yo me preguntaba: “¿Pero a quién se le ocurrió la genial idea de Opositar justo tras la Navidad?”. Es como si lo hiciesen a posta, para joder. Toma ya.


Por si no tuviésemos ya suficiente con llevar tropocientosmil días estudiando como locas, ahora esto: La Prueba Final. Si consigues pasar esta época Navideña más o menos cuerda… ¡OLE!

Porque lo de “TRASTORNO BIPOLAR” supongo que os suena bastante a estas alturas… Pues si hasta ahora eras bipolar, ahora eres TRIpolar por lo menos. Sí, sí, como lo lees. Pero no estás loca. Nos ha pasado a todas ;)

FOTO: Ahora tu árbol es ASÍ.

Pues bien… Por suerte o por desgracia YO TUVE 2 NAVIDADES OPOSITRILES y puedo hablar con Conocimiento de Causa lo que me tocó vivir un año respecto al otro.

    Las viví de una manera muy distinta. Yo no soy perfecta, ni pretendo serlo. Pero sí me sirvió para madurar y recordar algunas cosas que parecía que se me habían olvidado.


Recuerdo como si fuese ayer esa primera Navidad Opositril. Estábamos cenando en la cocina: mi madre, mi padre y yo. Mi madre no sé qué había hecho para cenar, pero seguro que era algo que me encantaba y que había preparado con mucho amor :) Era diciembre, todavía faltaba 1 mes para el examen.

Recuerdo estar mirando el plato y decir: “Tengo hambre y no puedo comer”. Tenía un nudo constante en el estómago y en la garganta que me impedía comer… Y cuando lo hacía, lo hacía por obligación. ¡Qué horror!


Al terminar el día yo estaba agotada, tanto física como mentalmente. Y ese nudo en el estómago se apretaba más si cabe cuando no estaba frente al libro a los libros. Comer, dormir, pasear, estar con alguien, etc. eran cosas que me suponían un esfuerzo extra y que las llevaba fatal. Siempre esa presión constante de “mientras hago esto no estoy estudiando”.

Y además, por mucho que estudiase, parecía que nunca conseguía “estar al día” de todas las metas que me iba poniendo para cada día. Me daba la sensación de “ir a rastras” y no terminar de llevarlo como me gustaría. Siempre esa sensación de inseguridad, de estrés, de ansiedad y de casi llegar a odiar La Navidad.

Recuerdo que una de mis motivaciones era pensar que si me sacaba el EIR no tendría la necesidad de volver a pasar ese calvario navideño. Que por fin podría ver a mis sobrinos abriendo sus regalitos con esa cara de emoción sin tener que estar encerrada en casa, como una imbécil.

  

Pues bien… todo eso cambió Y MUCHO en mi 2º año Opositril. Me tomé mi tiempo para DESCONECTAR al 200% del EIR. Desde febrero hasta más o menos Septiembre (¡Casi medio año!). Iba a volver a presentarme, a estudiar, a ir a una Academia y a volver a tomármelo muy en serio. Pero algo tenía que cambiar, porque sino no saldría viva de todo aquello.


A día de hoy quiero pensar que mi 1er año de Oposición me sirvió como entrenamiento PSÍQUICO. Me ayudó a crecer como persona y a darle a cada cosa la importancia que de verdad tienen, y no la que yo quise darles en ese momento.

Me enseñó a Priorizar, me hizo Madurar y a ser más Feliz.


¿QUE CÓMO LO HICE?


NOTA: ATENTAS  al segundo punto. Está puesto de un modo muy esquemático y ocupa poco espacio, pero no por eso hay que darle menos importancia. De hecho para mí es EL MÁS IMPORTANTE, punto por punto.


1. Primero soy YO, después todo lo demás.

2. Si quiero que mi cabeza dé lo mejor de sí, tengo que mimarla:

2.1. Como bien, aunque no me apetezca

2.2. Duermo 8 horas o al menos lo intento

2.3. Me impongo descansos que tengo que cumplir, sí o sí


3. Si no estoy centrada, no estudio y APROVECHO el tiempo.

¿Cuántas veces os ha pasado que pasáis horas frente al libro y no hay manera de conseguir ponerse a estudiar? Al final ni estudias ni descansas. Así que, si el cuerpo te dice que no estudies… hazle caso y descansa, desconecta. Cogerás el estudio con más ganas ;) Y sí te pasa muy a menudo, permítete al menos algunos descansos aunque no sea siempre.


4. Control: Calendario Power.

Sí, vale, no quieras ser demasiado controladora porque al final acabarás loca. Pero sí poder tener esa sensación de “lo tengo bajo control, soy yo quien domina la situación y no ella a mí”.

Hacerme un calendario personalizado en el que me cuento los días que quedan hasta “El día de” y repartirme las horas del día según me convenga. ¡Eso me ayudó muchísimo!


5. Contaba con los días “no inspiradores”.

Me repartía las asignaturas en el calendario, pero tenía en cuenta los días que tendría menos tiempo para estudiar (comida de navidad, por ejemplo) y teniendo también en cuenta que no todos los días tendría las mismas ganas de estudiar.

Se trataba de ser realista y darme un margen de tiempo para no ir siempre con la lengua fuera y que me diese la sensación de “ir a rastras” o que no llegaba a mis objetivos… que sé lo frustrante que es eso.


Así, por ejemplo, si geriatría sabía que me costaba muy poquito y que en un día lo tenía hecho, me daba 1 día y medio para estudiar. Así, si ese día era uno de esos “no inspiradores”, sabía que tenía medio día más. Y si, por el contrario, ese día sí era productivo, me sentía genial por tener medio día adelantado. ¿Me explico? No sé si se acaba de entender lo que quiero decir, espero que sí.

******************

Y de momento estos son los 5 puntos que me vienen a la cabeza. Por supuesto, a parte está toda esa parte de preparación mental en la que tienes que esforzarte visualizando “El día de” en el que vas a dar lo mejor de ti, que tú puedes, que por qué no lo vas a conseguir, que el Esfuerzo merecerá la pena, que todo el trabajo realizado servirá para algo, que tú no eres menos que nadie y que si otros han podido… TÚ TAMBIÉN.

  

Tenéis que estar convencidas de que PODÉIS. Porque todo está en nuestra cabeza y si ni siquiera nos lo creemos nosotras, poco se puede hacer al respecto.

Por supuesto que habrá días en que la seguridad tambalee más que otros, claro que sí, es NORMAL. Pero haz el esfuerzo, visualízate haciendo el examen y saliendo de aquella sala con una sonrisa de oreja a oreja y pensando “lo he hecho lo mejor que he sabido y que he podido” y un “estoy orgullosa de mí misma”.


¿Sabéis la satisfacción que da pensar en uno mismo y estar tremendamente orgulloso de TUS LOGROS personales? Mirar atrás y decir: “YO HE HECHO ESO y lo he hecho sola”. Poder contar luego tus batallitas en un Blog, o a tus amigos, o a tus nietos. Poder decir: LO HE CONSEGUIDO.


 Es una sensación que hay que vivir para saber lo que es y seguro que a ti te ha pasado alguna vez. No necesariamente con una Oposición, sino con el examen de Selectividad, o con Bachillerato, o con ese Máster que parecía imposible, o con ese bebé que has traído al mundo y ahora eres una Súper Mamá. O con esa situación difícil que te tocó vivir y de la que pensabas que no saldrías nunca. Lo que sea. Seguro que hay algo de lo que te sientes orgullosa… ¿Te gusta esa sensación? Pues lucha para volver a sentirla. Porque es una sensación que dura toda la vida.


Esta no es una entrada Mágica en la que al terminar de leerla sepas que sí, que una plaza es tuya (¡OJALÁ!). Pero sí espero al menos que te hayas puesto en el lugar de una persona que pasó 2 veces por ahí.


Y que NO VE su 1ª vez como un fracaso, sino como un logro personal del que ha aprendido mucho y que cree que su experiencia puede ayudar a alguien.


A) Si es tu 1ª vez QUÍTATE eso de la cabeza de “Sacarse el EIR es muy difícil, así que a la primera es casi imposible… ¿cómo me lo voy a sacar yo a la 1ª, que no soy ningún cerebrito?”. Créeme, no serías la primera persona.

Sacárselo a la 1ª NO depende de lo mucho que hayas estudiado o de lo muy inteligente que seas. DEPENDE de lo preparada que estés psíquicamente. Ahí está el trabajo duro.

Porque coincido con muchas de las Ex-Opositoras con las que he podido hablar: “Estudié mucho, sé que no fue ese el problema”.


B) Si esta es tu 2ª, 3ª o la vez que sea… Tienes algo ganado: la experiencia. Pero piensa que esto, como los embarazos, cada vez es distinta. Consigue sacar lo mejor de ti misma esta vez y asegúrate de que llevas los deberes hechos: “Estoy convencida de que puedo, sé que puedo Y LO HARÉ”.

En tu caso, lo que hay que quitarse de la cabeza es “Si el año anterior no pude, ¿por qué iba a poder este?”. Pues porque sí. Porque este año estás infinitamente más preparada y las veces anteriores sólo eran un entrenamiento ;)


Y así es cómo sin querer escribir mucho, acabas escribiendo UN TOCHÓN… ya me conocéis xD


 Espero de verdad que disfrutéis al máximo, dentro de lo posible, de este periodo navideño que comienza ahora.

Que no te pierdas a tus sobrinos abriendo emocionadísimos sus regalos, porque es algo que no se va a volver a repetir: el año que viene tendrán un año más.


Que te tomes una taza de chocolate caliente mientras te calientas la mano tocando la taza.


Que le sonrías a tu madre porque ha preparado tu comida favorita. Y que te quedes a comer con ella. Y que después de comer os quedéis a hablar un ratito mientras os tomáis el postre. Que disfrutes de su compañía.


Que te dejes abrazar. Que te dejes querer. Que te dejes mimar.


Que te llenes la bañera de agua caliente con espuma mientras escuchas tu música favorita.


Que te entre pereza al despertarte y se te enfríe el dedo índice al sacarlo de debajo de la manta. Que mires el despertador y te programes 10 minutos más mientras te acurrucas de nuevo en la cama. Qué calorcito.


Que disfrutes del sol, si es que ha salido. O que disfrutes de la lluvia si es que está lloviendo.


Que abras la ventana aunque haga muucho frío. Que asomes la cara y recuerdes que hay algo más ahí fuera y no todo está en el libro que tienes sobre la mesa. Que se te enfríe el rostro y que vuelva a entrar en calor al cerrar la ventana.


Tientas taantas cosas que hacer… Y NO TODO ES EL EIR.



¡Feliz Navidad!



María.

4 comentarios:

Sara dijo...

Hola Maria,
Gracias por tus dosis de motivación, en mi caso es el 3º año que me presento. Y si me siento muy bipolar
Es cierto que ya tengo la experiencia,pero el miedo no desaparece, aunque no me rindo. Una plaza es mía!
Bueno..que si me pongo te lo cuento todo... gracias x motivarnos con tu entrada.
Un saludo y felices fiestas!

María dijo...

¡Hola Susy M.!

Muchas gracias por tu comentario, me encantará leer todo lo que te apetezca compartir conmigo ya sea por aquí o en el grupo en Facebook ;)

Un saludo,

María.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Me enfrentaré al EIR 2015, por lo que me tomo al pie de la letra esta entrada para las próximas navidades.. en las que me encontraré sumergida en los apuntes :-)
Tus entradas son fuente de motivación, de ver que se pueden conseguir las cosas con un esfuerzo SANO!

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